Karol.
Abrí los ojos y sonreí al mirar el rostro de Ruggero dormido cerca del mío.
No podía creer que esto estaba pasando.
Anoche antes de dormirnos me obligó a recoger todas las rosas sin tallos y a contar que fueran treinta.
No traje ropa pero a Ruggero pareció no importarle que durmiera con ropa interior.
Besé suavemente su pecho y sonreí cuando su mano comenzó a acariciar mi espalda. Lo había despertado.
- Rugge - susurré-.
-¿Umm? - sus ojos aún estaban cerrados-.
- Rugge - repetí-.
-¿Qué pasa amor? - abrió los ojos pero estos se cerraban por el sueño-.
-¿Qué se supone que somos? - le pregunté-.
- No me jodas Karol, te lo dije ayer, quiero algo serio contigo - su ceño estaba fruncido y sus ojos miraron los míos-.
- Si, pero no me has preguntado nada - volví a besar su pecho-.
-¿Quieres ser mi novia? - dijo y yo alcé las cejas- ¿Quieres por favor ser mi novia? - fruncí el ceño y él suspiró-¿Serías mi novia? - arrugué la nariz y sacudí la cabeza -. Se mi novia - dijo con una voz ronca haciéndome estremecer. Asentí alcanzando sus labios pero solo me correspondió dos veces-.
Sus ojos volvieron a cerrarse y traté de besarlo de nuevo pero no me dejó.
- Karol, te amo, pero son las siete de mañana, déjame dormir - murmuró girándose y abrazando mi cuerpo por completo. Suspiré y me dediqué a remarcar los tatuajes de su brazo-.
-¿Qué haremos hoy? - susurré mirando como mi dedo delineaba cada línea en la piel de Ruggero-.
-¿No vas a dejarme dormir más verdad? - preguntó apartandose ligeramente para verme, sacudí la cabeza en negación-. Vamos a ir por la noche a un lugar donde hay buena música y comida - acomodó un poco mi cabello y luego besó mi frente-.
-¿Puedes llevarme a Dalton por ropa? - pregunté con una sonrisa-.
- Si, bebé - tomó mi nariz entre sus dedos y la apretó un poco-
**
Me maldije por dejar mi cartera con las llaves en el hotel y tener que tocar la puerta.
Un Michael en calzoncillos y con los ojos entrecerrados me dieron la bienvenida. Me puse en puntitas para besar su mejilla.
Valentina estaba enredada en las sábanas mirándome atenta.
-¿Qué haces? - preguntó Valentina cuando saqué la pequeña maleta de abajo de mi cama-.
-Estoy quedándome en un hotel con Ruggero - mi mirada se dirigió a Michael quien seguía en la puerta pero con expresión enojada-. Me dijo que me ama y yo lo amo a él -Michael asintió y miró hacia afuera-.
Se rascó la cabeza, después el trasero, se encogió de hombros y salió para encontrarse con Ruggero quien estaba esperándome en su camioneta.
-¿Eso quiere decir que tu y él...?
- No - le contesté a Valentina y ella bufó-. Pero hoy si.
-¿Él te dijo? - preguntó curiosa-.
- Nop, pero yo pienso hacer que ocurra hoy - le dije sacando la bolsa con toda la lencería que ella misma me había regalado durante los años-.
-¡Por fin! - chilló contenta. Seleccioné un conjunto rojo y lo tiré en mi maleta-.
Fui hasta el armario de Valentina y sonreí tomando un vestido rojo intenso. Lo acomodé en mi maleta junto con unos zapatos de tacón negros.
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Treinta. (Ruggarol)
Storie d'amoreTreinta, sólo dame treinta dias y lo conseguiré. Novela Adaptada, todos los créditos al autor