Día quince.
Gemí cuando busque con la mano a Ruggero por la cama pero él ya no estaba.
Subí mi mano hacia la almohada donde él estaba y un pequeño crujido me hizo abrir los ojos.
Un pequeño papel doblado perfectamente sobre la cama.
Me limpie un poco los ojos quitando el sueño de ellos y desdoble cuidadosamente el papel.
<Buenos días Karol, no pude quedarme hasta que te despertarás, en fin, sólo quería decirte buenos días, iré a verte más tarde para decirte algo.
Posdata: Eres hermosa mientras duermes.
Posdata 2: Abajo de tu cama están tus flores del día.
Posdata 3: Te quiero.
Posdata 4: No lo se, sólo quería poner Posdata 4.
Ruggero >.Sonreí y tiré el pequeño papel en una de mis gavetas.
Ruggero es lindo, bueno no siempre, a veces es un idiota, pero últimamente es lindo.
Me asomé para mirar debajo de mi cama y efectivamente un ramo con 15 rosas de distintos colores amarradas con una hermosa cinta.
Las saque de abajo de la cama y las puse en el florero de mi mesa de noche.
Revisé mi teléfono y sonreí al leer los mensajes.
De: Valentina.
"ME DIJO QUE ME AMA, LLORÉ COMO UNA IDIOTA, LO AMO TANTO <3".
Para: Valentina.
"Lo sé, él me dijo que te lo diría".
De: Valentina.
"Maldita perra, pudiste decirme y así no llorar tanto frente a él, sucia".
Para: Valentina.
"Te Amo".
Bloqueé mi teléfono móvil sin esperar una respuesta y me metí al baño.
**
La puerta sonó y perezosamente me levanté dejando la bolsa de frituras sobre mis sábanas.
Puse un suéter sobre mis brazos para cubrir el horrible frío, no se porque se me ocurrió ponerme shorts en un día como hoy.
Ruggero estaba recargado en la puerta con la mirada contenta y una sonrisa pícara.
- Hola piernas sexys -Me besó la cabeza y paso por mi lado-.
- Hola chico de las notas -Me burle de él y cuando me gire vi que estaba sobre mi cama comiendose mis frituras - ¡Oye son mías! - me quejé y corri hasta la cama pero cuando llegue ya Ruggero había puesto la bolsa en su boca para comerse las migajas- ¡Nooo! - gemí y me lancé sobre él para hacerle peso muerto-.
- Te hice un favor, estas empezando a pesar bastante -puso sus manos sobre mi espalda baja e hizo caricias de arriba hacia abajo-.
- Maldito.
- Es broma Karolcita, estas bien así, me gusta tener que agarrar -apretó mis caderas y yo lancé un pequeño grito-.
- ¡No toques! -chillé antes de golpearlo y bajar de encima de él- Y para que sepas me debes una bolsa de frituras - me gire sobre mi hombro para mirarlo-.
- Si, te compraré unas después -él rodo los ojos y se paso la mano por el cabello-. A lo que vine, pasaré por ti está noche a las siete para cenar y luego iremos a una discoteca.
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Treinta. (Ruggarol)
Roman d'amourTreinta, sólo dame treinta dias y lo conseguiré. Novela Adaptada, todos los créditos al autor