Ruggero.
Un mes, exactamente un mes desde que Karol Sevilla es mía, solamente mía.
Ha sido el mejor mes, sin duda alguna. Varias peleas y discusiones pero también besos, muchos de ellos.
Karol solo me ha dejado hacerle el amor dos veces luego de nuestra aventura en el hotel.
Según ella "No vamos a basar nuestra relación en eso".
Pero, ¿Quién coño ha dicho eso? Exacto, nadie. Si me gusta hacerle el amor es únicamente para demostrarle que la amo.
Pero me conformo con tenerla cerca y que me deje hacerla feliz.
Bajé de mi camioneta, tomando en mis manos lo que había traído para ella.
Entré en su dormitorio sin tocar la puerta ya que ella me había dicho que podía entrar sin tocar, por supuesto debía llamarla por teléfono antes de llegar para saber si Valentina estaba o no, porque según Karol su amiga podría estar en paños menores y yo no tendría porque ver eso.
Karol estaba en su cama, sus piernas entrelazadas y en lo alto hacia el lado de la cabecera mientras la parte delantera de su cuerpo se encontraba en la zona baja de la cama, en sus manos estaba un cuaderno. Ella estaba estudiando.
Levantó la vista y sonrió al verme, cuando estuve cerca me incliné para tocar sus labios con los míos y le di una rosa.
- Feliz primer mes - susurré volviendo a besarla -. Será una por cada mes, se cuanto te gustaban las flores de los treinta días así que...- me encogí de hombros, la sonrisa de Karol se hizo enorme y tiró de mi cuello para besarme-.
- Feliz primer mes, te amo - susurró mirándome a los ojos-.
- Te amo el doble - le dije sentándome a un lado de su cuerpo- ¿Qué estudias?
- Tengo un examen súper largo e importante de Filosofía mañana - ella hizo un pequeño puchero y la besé-.
- No se porque quieres ser maestra la verdad - rodé los ojos-. Los maestros son quienes te joden la vida.
- Ruggero - ella dijo con cansancio-. Me gusta enseñar y también los niños, las maestras de primaria no joden la vida a nadie - volvió su vista a su cuaderno-.
Suspiré y me moví para acostarme completamente sobre la cama, totalmente opuesto a Karol, yo si tenía la cabeza y los pies donde debían ir.
**
Llevaba al menos una hora observando el cuello desnudo de Karol, ya que llevaba un top.
Bueno no toda la hora observando eso, también detallé un poco sus piernas y bastante su trasero.
Me incliné barriendo mis labios desde el inicio de su cuello hasta comienzos de su top, su piel se erizó y se giró poniendo una mano en mi pecho.
-¿Qué demonios haces? - preguntó-.
- Umh, tratando de iniciar algo entre nosotros, pero al parecer la señorita maestra no quiere - dije y Karol rodó los ojos-.
- No es que no quiera...
- Bien - presioné mis labios contra los de ella y aunque me besó un poco luego me apartó-.
- Déjame terminar - ella me empujó ligeramente -. Quiero pero no podemos.
-¿No?
- No.
-¿Y por qué no?
- Porque como ya te dije tengo un examen importante mañana, cada vez que lo hacemos me quedo agotada, te conozco Ruggero Pasquarelli, vas a insistir y lo haremos más de una vez.
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Treinta. (Ruggarol)
RomanceTreinta, sólo dame treinta dias y lo conseguiré. Novela Adaptada, todos los créditos al autor