One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Acuario & Escorpio; two shot

Narrador omnisciente

—Te extraño.

Acuario sonrió triste ante las palabras de su novio y una lágrima amenazaba con salir rodando por su mejilla.

Habían decidido ser novios a distancia pero eso los destruía a ambos, debido a que no se tenían cerca. A pesar de eso, su amor creció con cada videollamada que hacían desde que él partió hacia su nueva vida.

—No me hagas esto, Escorpio —murmuró la joven y el nombrado la miró a través de la cámara, con confusión—. Sabes que yo también te extraño pero no puedo dar la vuelta al mundo para estar a tu lado.

Él se quedó sin palabras, aunque sabía que Acuario tenía razón. Su familia no podía costear el viaje pero, quizás...

—Acua, ¡tengo una idea! —exclamó con felicidad. Tanta fue su emoción que, él estaba sentado en una silla giratoria y ésta salió disparada hacia atrás cuando se levantó de repente.

—Tus ideas siempre me dieron miedo —admitió la muchacha, aunque una sonrisa estaba plasmada en su rostro.

—¿Tienes planes esta noche?

Acuario miró a Escorpio, con su ceño fruncido, temiendo a ilusionarse y luego ver cómo sus ilusiones se rompían.

—Estás loco.

—De amor por ti, creí que ya lo sabías —mencionó el escorpiano y su novia suspiró mientras dejaba su cabeza descansando sobre su mano—. Lo único en que puedo pensar es en ti y en mí, juntos. No puedo sacarte de mi mente, Acuario.

—Escorpio, basta.

—Sólo tengo que tomar un vuelo para estar en la misma franja horaria que tú —comentó, ignorando la mueca incrédula que tenía la acuariana. Él se calló un momento para volver a sentarse en su silla y regresó frente la cámara—. Sólo quiero verte y que no sea a través de una pantalla.

—Aunque eso quieras, tengo que ir a la casa de Leo a hacer un trabajo práctico —le dijo Acuario y arrugó su nariz. Le gustaba pasar tiempo con su prima, pero no tenía muchas ganas de escucharla hablar sobre sus nuevas conquistas.

—Puedes cancelarle —ella lo miró, negando con su cabeza y rodó sus ojos.

—No puedo, ya me amenazó con secuestrarme, así no puedo hablar contigo —mencionó divertida y Escorpio se rió un poco—. Además, no vas a venir, no tiene caso que le cancele.

—Sólo estoy a un par de cientos de millas de ti, ¿quién te dijo que no voy? —la contradijo, mientras le mostraba su celular, donde aparecía la compra de un boleto aéreo hacia su ciudad—. Nos vemos más tarde, te amo.

Sin dejar que Acuario pudiera replicar o decir algo, él se desconectó de la videollamada. La rubia quedó boquiabierta, no podía creer que lo volvería a ver después de casi dos años de su partida.