One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Tauro & Aries

Narra Aries

—¿Estás segura de que no quieres que te acompañe a casa? —Le pregunté a mi mejor amiga y ella negó mientras aparecía una sonrisa en su rostro.

Habíamos acabado de salir de la Universidad y su casa estaba algo retirada del campus. No quería que tuviera que volverse caminando o en bus otra vez.

—Gracias por la oferta, pero Géminis viene a buscarme.

Era obvio que su novio vendría por ella, ¿cómo no se me había ocurrido antes?

Forcé una sonrisa y me coloqué el casco antes de subir a mi moto. Me despedí de Tauro con un movimiento rápido de manos y aceleré a toda velocidad.

Cada vez que ella mencionaba a su novio, yo trataba de encontrar la manera de desaparecer o evadir el tema. Estaba consciente de que sentía celos de Géminis, él podía besarla y... yo no. Aunque me lo merecía porque cuando conocí a Tauro, se rumoreaba que ella estaba interesada en mí y, pues, no lo creí.

Con el paso del tiempo, nos convertimos en mejores amigos, hasta el punto de compartir la misma cama sin sentir nada más que plena confianza. Aunque, este último año ya no quería que se acostara conmigo. Mis sentimientos por ella cada vez eran más profundos, y lo asumí con rapidez, aunque jamás se lo confesaría por miedo a que me rechace.

A pesar de ello, estaba relativamente bien hasta que me enteré que Géminis le había propuesto ser novios y Tauro había aceptado. Desde entonces, mi mundo se había hecho trizas y mi ánimo no hacía más que caer en picada día tras día.

(...)

—Aries, estás más callado de lo usual, ¿te sientes bien? —Tauro me sacó de mis pensamientos con su compugnida voz cargada de preocupación y le dedique una sonrisa fingida.

Ella colocó su mano sobre la mía y un cosquilleo se hizo presente en mí. ¿Por qué tuve que enamorarme de mi mejor amiga?

—Sí, estoy... bien —sus ojos inspeccionaban los míos para descubrir lo que ocultaba. Ya conocía muy bien esa facción en ella—. ¿No quieres una foto? Dura más.

—Y yo que me preocupo por ti —farfulló entre dientes y apartó su mirada para dirigirla a su almuerzo.

Iba a entrelazar nuestros dedos, pero Tauro apartó su mano y me quedé estático en mi lugar, reprimiendo el impulso de volverlo a intentar.

Ella llevó la hamburguesa hacia su boca y suspirando, alboroté mi cabello. Observé la manzana que tenía delante de mí por un instante y la aparté, se me había ido el apetito.

—¿No piensas comer nada? —preguntó y volví mi mirada hacia ella. Negué con la cabeza y me encogí de hombros, no sería la primera vez que no almorzaba.

—Al fin te encuentro, bebé —mencionó alguien a nuestras espaldas y no evité soltar un bufido al saber de quién se trataba—. Quería hablar contigo, a solas —Géminis miró a Tauro y luego su intensa mirada recayó en mí. Le sonreí con falsedad y él rodó sus ojos.