One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Aries & Virgo

23.04

Querida Virgo,

Lamento si te parece extraño lo que leerás pero, no puedo sacarte de mi mente por más que lo intente.

Te odio por ello.

—A.

La joven castaña releyó la carta más de cinco veces, desde principio a fin y de fin a principio, quería encontrar la broma. Ella no conocía a nadie que empezara su nombre por "A". Volteó a ver a su alrededor, donde los estudiantes estaban metidos en sus vidas, sin prestarle atención a la de ella, salvo por A. Aunque Virgo no se percató de su mirada.

Ella arrojó la carta al cesto de basura y se dirigió a su próxima clase antes de que pudiera llegar tarde. Por otra parte, Aries sintió que su corazón se encogió al ver la acción de la castaña, sin embargo, él no se rendiría con tanta facilidad, estaba dispuesto a conseguir su amor.

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25.04

Querida Virgo,

¿Por qué arrojaste la carta a la basura? Apuesto que creíste que era alguna broma, déjame decirte que, no es así. Ojalá lo fuese para no imaginarte a mi lado.

Por cierto, supe lo de Escorpio, lo lamento.

—A.

Apenas terminó de leer el papel, sintió que la tristeza volvía a ella. ¿Por qué su hermano fue quien perdió la vida en aquel peculiar juego? Si tan sólo la bala no hubiese salido...

Virgo limpió las lágrimas de su rostro y esta vez, guardó la carta dentro del sobre, metiendo ambos papeles dentro de su casillero. De nuevo, como hace dos días, observó a su alrededor para ver si descubría al responsable de las cartas, aún así, no distinguió a nadie observándola; Aries no iba a ser tan obvio como para que lo descubriera con tanta facilidad.

Esperó a que ella abandonara su casillero a paso lento y se acercó al casillero de junto, el cual le pertenecía. Cambió su libro de matemáticas por el de biología, cerró su casillero y salió corriendo hacia su clase, ya se había demorado quince minutos, en los cuales esperó por la presencia de la castaña que robaba su aliento.

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02.05

Querida Virgo,

No quiero sonar como acosador pero, ¿no has pensado en salir de tu habitación cuando llegas a casa? De verdad, no es lo mejor encerrarte en tu mundo.

Me gustaría volver a ver tu sonrisa, al menos por un momento... ¡Ya sé! Ve a la sala de computación a las cinco en punto, espero que eso levante tu ánimo.