One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Tauro & Libra

Saltar.

Las personas siempre saltan al vacío al tomar una decisión.

Pero vuelan.

Al volar, manejan la dirección de su vida y así pueden evitar tener un desastroso final.

Su vida era como una obra de teatro y él era un simple actor secundario. ¡Era su vida! ¡Debía tomar el papel principal! Sin embargo, cuando no tienes a nadie que te empuje a ello, es muy difícil controlar las riendas del destino.

No es imposible.

Y él se estaba olvidando de que alguien lo apoyaba. Alguien seguía a su lado, brindándole apoyo emocional. Brindándole su cariño y amistad.

Sonrió y tomó el libreto de su vida, dispuesto a editarlo.

(...)

No le quedaba más que una semana de vida. Evitó a su amigo desde que se enteró que su enfermedad estaba por vencerla. Todavía no quería morir. Había cosas que quería hacer y todavía no había hecho.

Secó sus lágrimas con la manga de su buzo cuando escuchó sonar el timbre de su departamento. Se levantó del suelo y se acercó a la puerta, luego de haber intentado acomodar el nido de pájaros que llevaba en lugar de cabellos.

Los ojos grises del joven se mostraron preocupados al descubrir el deplorable estado de su amiga. Inmediatamente la rodeó con sus brazos y frotó la parte alta de su espalda mientras ella intentaba no volver a llorar, aunque le resultaba doloroso.

—¿Qué pasó?

El susurro de Libra tuvo como respuesta un sollozo por parte de Tauro, quien tenía su rostro escondido en el pecho de su amigo para que no la viera llorar. Pues, las lágrimas fluían de su interior con fuerza.

Él se había presentado ilusionado ante ella con la idea de contarle sobre su nuevo trabajo, pero no creyó conveniente charlar sobre ello cuando era obvio que Tauro no estaba bien.

Libra los condujo a ambos dentro del departamento de su amiga y cerró la puerta tras de ellos para evitar las miradas curiosas de sus vecinos. Sentó a Tauro en el sofá, quedándose en cuclillas frente a ella. Recorrió el camino de sus lágrimas hasta borrarlas de su rostro e hizo lo mismo con las nuevas lágrimas que se escapaban de los ojos de la mujer.

—Te amo.

El corazón de Libra parecía haberse detenido al escuchar aquellas palabras que había anhelado oír desde que él mismo aceptó sus sentimientos por la joven de sonrisa sincera; sonrisa que no llevaba en su rostro por un motivo que todavía desconocía.

—¿Por eso lloras?

El nudo que Tauro tenía en la garganta no pudo tragarlo. Esa no era la reacción que esperaba por su parte. Creía que no podía sentirse más desdichada, pero la vida se encargó de darle otra potente cachetada.