One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Escorpio, Cáncer & Capricornio

Narrador omnisciente

Capricornio y Escorpio estaban terminando la práctica de natación y se habían prometido ir por unas cervezas para festejar que habían finalizado con la temporada, en la cual, les fue muy bien a ambos ya que, cada uno ganó tres competencias individuales y dos en pares.

Los amigos se fueron en el auto del escorpiano y dejaron sus bolsos deportivos dentro del vehículo. Bajaron y entraron en un bar que no estaba tan lleno como los que habían descartado por ese mismo tema.

Se podían escuchar las risas femeninas provenientes de un grupo de mujeres que al parecer reían por algo ajeno a ellos, pero que a Escorpio y Capricornio llamó la atención, más bien, una muchacha entre todas las demás.

—Están buenas —le dijo Capricornio a su amigo mientras se sentaba en la banca cerca de la barra para poder seguir admirando a esa castaña de vestido ajustado y curvas infartantes, a la cual no podía verle el rostro porque estaba de espalda a ellos.

—Ya lo creo —concordó Escorpio y pidió un par de cervezas al barman, quien se las tendió en pocos segundos—. Todas están para el crimen.

—Por eso somos amigos —rio el platinado y chocó su botella con la del pelinegro, festejando su amistad.

(...)

Capricornio despertó tarde, por lo que se vistió en su auto, camino a su trabajo en la piscina municipal. Llegó justo a tiempo y vio a su jefe hablando con una castaña que se le hacía conocida. Sí, era esa misma castaña que había visto en el bar, sólo que en ese momento traía nada más que un bikini de dos piezas de color negro con lunares blancos, que a juzgar por sus benditos ojos podía jurar que le quedaba malditamente sexy.

—Hey, Capricornio, ven te quiero presentar a alguien —lo llamó su jefe e intentó no hacer ninguna estupidez en el camino a ellos pero para su mala suerte, un niño había pateado su pelota sin apuntar a un lugar en específico y acabó recibiendo un pelotazo en la cabeza, que lo tumbó al suelo, desmayándolo.

Después de varios minutos en los que Capricornio parecía no querer despertar, lo hizo y se encontró con unos ojos azabache muy cerca de su rostro, lo que hizo que sonriera sin pensarlo dos veces.

—Creo que estoy en el cielo porque estoy viendo un ángel —comentó y la castaña se rio de su comentario mientras se alejaba de su cuerpo tendido.

—Me temo que ya estás bien, Capricornio —se lamentó su jefe y el peliblanco frunció el ceño—. Como sea, quería presentarte a Cáncer, será tu ayudante mientras hace sus pasantías.

Dicho eso, su jefe se marchó, dejándolos solos con un largo día de trabajo por delante. El capricorniano se levantó del suelo y la castaña imitó su acción mientras dibujaba una sonrisa amigable en su rostro.

—¿Te sientes bien? —le preguntó Cáncer y él asintió, intentando no dirigir su mirada al cuerpo de modelo de la muchacha y tratar de mirar sus ojos oscuros—. Estoy estudiando natación y me recomendaron venir aquí, ¿crees que me servirá de algo?