One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Escorpio & Capricornio

Narra Capricornio

Estaba con mi mejor amigo en su casa, haciendo un trabajo escolar con el que nos calificarían para finalizar una de las últimas asignaturas de la preparatoria.

—Es raro que Escorpio no te haya mandado ni un mensaje —comentó Piscis, sin levantar la mirada de sus apuntes.

—Discutí con él y lo bloqueé de todas las redes —dije, sin darle muchas vueltas al asunto.

—¡¿Por qué?!

Esta vez me miró y vi cierto brillo en sus ojos, pero no me detuve a analizarlo mucho más. Suspiré y miré una foto de Piscis y mía cuando éramos pequeños, pegada en la pared de su habitación.

—Está celoso porque cree que entre tú y yo hay algo más que amistad —volví a mirarlo y él tenía una mueca que no ocultaba su sorpresa.

—¿Por qué cree eso? —Su risa se notaba nerviosa pero no tenía ganas de llenarlo de preguntas. Me encogí de hombros y seguí haciendo mi parte del trabajo.

(...)

Un perfecto diez nos sacamos en el trabajo. Siempre trabajamos mejor juntos.

—Capricornio, tenemos que hablar —oí decir a Escorpio, quien tenía su mano alrededor de mi brazo y estaba ejerciendo cierta presión en su agarre. Ni siquiera vi de dónde salió, a veces llega a asustarme.

—Suéltame —me sacudí y me zafé de su agarre, pero él no se movió de su lugar.

—No me gusta verte cerca de él y lejos de mí —me miró con su azulada e imponente mirada y fruncí el ceño. Me había olvidado de su lado posesivo, aquel que ya está colmando mi paciencia.

—Sabes que es mi mejor amigo —le recordé de mala gana y rodé los ojos. No tenía ganas de volver a pelear con él sobre este tema.

—Tú lo ves como un mejor amigo, pero estoy seguro de que él no quiere solo tu amistad —finalizó y se fue en dirección opuesta a la mía.

Lo vi hasta que se perdió de mi campo de visión y dejé escapar un suspiro. Sé que Piscis siente más que amistad por mí, sin embargo, no por eso me voy a alejar de él. Además, Escorpio debería entender que estoy con él y con nadie más, debería dejar sus estúpidos celos de lado.

(...)

Piscis me arrastró consigo a una fiesta porque él no quería venir solo y no sabe decir que no.

Al parecer, yo tampoco.

—Hola, ¿quieres bailar? —Le preguntó una chica a Piscis y lo alejó de mi lado cuando este aceptó.

Genial.

Me quedé sola, lo cual era irónico, ya que sólo venía a hacerle compañía a mi amigo.

La música estaba demasiado fuerte y las luces apenas iluminaban lo justo y necesario para aquellas personas que necesitaban "privacidad" estando en público.

Decidí salir afuera para tomar un poco de aire fresco y me senté al borde de una piscina. Minutos más tarde, escuché pasos detrás de mí, aunque ni me molesté en girarme, hasta oír una voz demasiado conocida para mi gusto y me levanté.

—¿Escorpio? ¿Qué haces aquí? —Lo miré a él y a su grupo de amigos, los cuales estaban coqueteando entre ellos mismos.

—Te podría preguntar lo mismo a ti, Capricornio —contraatacó él y me crucé de brazos.

—¡Escorpio! ¡Que alegría verte otra vez! —Una muchacha pelirroja saltó y abrazó a mi novio. Los miré con una ceja levantada y carraspeé para hacer notar mi presencia—. Ah, ¿y tú quién eres?

—Su novia —respondí y vi que Escorpio sonreía como si le divirtiera la situación. Idiota.

—Capricornio, ella es Libra, una amiga —mi novio seguía abrazando a la chica por la cintura y mis ganas de irme de allí sólo iban en aumento.

—Ah, que bien —murmuré cortante y visualicé a Piscis, caminando hacia nosotros. Llegó a mi lado y me abracé a él, mi mejor amigo ni siquiera se quejó, aunque podía sospechar el porqué de ello.

—¿Qué hace él aquí? —Cuestionó Escorpio lleno de seriedad.

—¡Ay, Escorpio! ¡Me duele! —Chilló la pelirroja y el mencionado la soltó con brusquedad—. Búscame si quieres hacerlo —Libra le guiñó un ojo y se marchó. Si no fuese porque Piscis me tenía agarrada, me hubiese lanzado contra ella, ¡¿quién se creía que era para coquetearle a mi novio frente mis narices?!

—Disfruto de la fiesta con tu novia, ¿y tú?

Bien, debía admitir que Piscis se pasó, pero la mueca que causó en Escorpio me llenó de satisfacción.

—Yo te voy a enseñar a divertirte con mi novia, estúpido —Escorpio iba a pegarle a Piscis, pero este detuvó su ataque y me hizo a un lado para que ninguno pudiera hacerme daño, o eso quería creer.

—¡No te metas con él! —Grité, defendiendo a mi amigo y me puse entre ambos. Ninguno me miraba porque ambos estaban más ocupados en fulminarse con la mirada—. Piscis, ve a tu casa, por favor.

—Pero Capricornio —lo miré a sus ojos y suspiró resignado—. Adiós.

—¡No te quiero volver a ver cerca de ella! ¡¿Me oíste?! —Le gritó mi novio a Piscis y él le enseñó su dedo medio mientras caminaba hacia la salida—. Es un idiota.

—Igual que tú —mencioné y bajó su vista para verme directo a los ojos.

—Yo... no debí intentar darte celos —reconoció y entrelacé nuestras manos. Él observó nuestras manos juntas con una mueca rara y suspiró.

—No, no debiste —rió por lo bajo y empecé a balancear nuestras manos—. Sabes que lo odio.

—¿Qué querías que hiciera? Sólo quiero que entienda que eres mía, Capricornio —iba a besarme, pero corrí la cara indignada. Actitudes como esa también me molestaban.

—No soy tu objeto, Escorpio —bufé y escuché su risa otra vez. No entendí lo divertido de esa frase.

—Lo sé, bonita. Te pido disculpas —besó mis manos y me abrazó—. ¿Quieres ir por un helado?

—Claro que sí —reí y rompí el abrazo, mientras que él se limitó a hacer un puchero con sus labios—. Pero no voy a olvidarme de esto tan fácil. Además, no podemos caminar abrazados.

—Pero podemos intentarlo —me abrazó por los hombros y no pudimos salir de la fiesta porque estaba lleno de gente para pasar abrazados.

Salí de la casa donde se realizaba la fiesta y segundos más tarde salió mi novio.

—No quiero decir «te lo dije», pero... —reí y él entrelazó nuestras manos para empezar a caminar.

—Shh —se acercó a mi oreja y detuvo su boca a pocos centímetros de ella—. Te amo.

—Te amo más, celoso —Escorpio rodó los ojos y me abrazó por detrás.

A pesar de todos sus defectos, no podría dejar de amarlo.