One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Virgo & Tauro

AVISO; este one shot contiene temática homosexual gay, si no es de tu agrado, te invito a retirarte.

***

La navidad se acercaba a pasos agigantados y Virgo estaba decorando su hogar cuando su vecino y mejor amigo llegó.

Cuando él abrió la puerta, le iba a pedir a Tauro que colocara las luces navideñas alrededor de las ventanas, pero Virgo se llevó una gran sorpresa al ver que su amigo cargaba con un bebé en sus brazos; tendría cerca de dos años.

—¿Acaso no te había dicho que uses condones cuando te acuestes con cualquiera?

Tauro puso sus ojos en blanco y le preguntó si lo dejaría pasar o lo dejaría morir de calor allí fuera.

—No me acosté con nadie, Vir, no tienes que ponerte celoso por nada —bromeó el taurino luego de sentarse en el brazo del sofá.

—Como si pudieras lograr ponerme celoso —gruñó el dueño de casa y volvió a dirigir su atención a la pequeña personita que dormía en los brazos del joven teñido de morado—. Si no es tuyo, ¿de quién es?

—De mi hermana, tuvo que irse de viaje a no sé dónde porque su esposo sufrió un "accidente" —explicó Tauro, rodando sus ojos—. Es mi sobrina, Sagitario se llama. Saluda al tío Virgo, nena —él tomó la pequeña mano de su sobrina y la movió a modo de saludo, a lo que Virgo sonrió.

Tauro tenía una hermana muy descuidada, o eso era lo que él pensaba. ¿Cómo se le ocurría dejar a su sobrina a su cargo? Debía estar demente.

—¿La puedo cargar?

—¡Claro, hombre! El favor que me haces —rió Tauro y depositó a su sobrina en los brazos de Virgo, quien no dejó de sonreír en ningún momento. Adoraba a los bebés.

—Que bonita eres, Sagitario —decía mientras tocaba la diminuta nariz de la niña. El taurino disfrutaba de ver al rubio feliz con la nena en sus brazos, creía que Virgo sería un buen padre.

Él observó la casa de su amigo y se dio cuenta de que el árbol quedó a medio decorar, seguramente por acto de su presencia. Se acercó hacia él y Virgo hizo lo mismo, sólo para estar seguro de que su amigo no hiciera ninguna estupidez que pudiera costarle alguna de sus preciosas –y costosas– bolas de decoración.

—¿Quieres colocar la estrella?

—¿Puedo?

—Por supuesto. Mira, está allí —Virgo señaló una caja con su mentón y Tauro tomó la estrella dorada para colocarla en el extremo superior del árbol.