One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Acuario & Cáncer

En la cafetería Wally's todos los empleados siempre sonreían a sus clientes. Algo tedioso para ellos, ya que era la política de la cafetería y si no lo hacían, era muy probable que fueran despedidos sin más razones que esa.

La chica que limpiaba las mesas, sin querer, chocó a uno de los clientes que estaba sentado detrás de ella. Se asustó, pero no le dio tanta importancia al ver que era Géminis, su amigo.

—¿Y tu sonrisa, pequeña? —le dijo él con intenciones de fastidiarla, cosa que logró.

—Géminis, sabes que te quiero, pero ¿podrías mantener tu boca cerrada por un momento?

—No, Cáncer —él le sonrió y ella rodó sus ojos y dejó de pasar un trapo por la mesa—. ¿Puedes traerme un latte con dos medialunas?

—No me digas que tienes una cita —mencionó asombrada y él la miró mal. No era de tener citas porque su última relación no había terminado en buenas condiciones, por lo que no quería saber nada sobre eso.

—No, nena —Géminis cargó el peso de su cabeza sobre su mano izquierda, mirando a su amiga sentarse junto a él; la cafetería estaba vacía, así que podía darse ese pequeño lujo—. Estoy esperando a un amigo. Tiene que traerme los planos para construir la casa de su madre.

—Ya veo —murmuró ella y cuando vio a alguien acercarse a la cafetería, corrió hasta el mostrador.

Pero, para sorpresa de Cáncer, el hombre que había cruzado la puerta no se dirigió hacia allí, sino que se sentó junto a Géminis. Entonces recordó el pedido que le había hecho su amigo.

Mientras ellos hablaban y se reían, la pelinegra dejó el latte con las dos medialunas frente al amigo de su amigo.

—¡Cáncer, no te vayas! —pidió Géminis al ver que ella iba de regreso al mostrador. La nombrada volvió junto a la mesa, confundida—. Quiero presentarte a Acuario. Acuario, ella es Cáncer.

—Un gusto —dijeron al unísono y sonrieron de manera amable mientras estrechaban sus manos.

—Acuario es arquitecto, uno de los mejores diría yo —rió Géminis, avergonzando a su amigo, aunque se sentía orgulloso de sí.

Cáncer volvió a sonreírle, ¿qué más podía hacer?

—¿Sabes? Él fue quien ideó los planos para esta cafetería —dijo y ella quedó realmente sorprendida. Eso no lo sabía.

—Has hecho un gran trabajo, Acuario, te ha quedado de diez este lugar —el comentario fue tomado como un alago por el arquitecto y se sonrojó muy levemente, tanto que pasó imperceptible por la mirada de ambos.

—Hace años no venía aquí, ¿crees que podamos darle un vistazo?

—Yo debo irme a una reunión, pero Cáncer te dará el tour, ¿cierto, pequeña? —Ella parpadeó varias veces a su disfrazada orden y no le quedó más opción que asentir.