Te presto mi voz

36. Don't stop the music

El día que se lanzó el disco hacía justamente un año que Amaia había decidido que le prestaría su voz a Alfred por primera vez. Por eso, él lo había tenido claro desde el principio: cuando Mario se sentó con ellos para intentar concretar la fecha de lanzamiento, él se había mostrado inflexible. 6 de noviembre. Ese sería el día.

It's gettin' late, I'm making my way over to my favorite place...

Y su representante habría podido ponerle muchas pegas, pero ya llevaba muchos años trabajando con Alfred y sabía que, cuando al cantante se le metía algo entre ceja y ceja, era prácticamente imposible sacarlo de allí. A fin de cuentas, aquello no haría sino aumentar las ansias por Te presto mi voz.

-Espero que seas consciente de que, aunque no podemos decir que te haya ido mal en ningún momento, la repercusión de este trabajo va a ser similar a la de 1016 –le había recordado Mario aquel día.

Pero Alfred se había limitado a mirar a Amaia: sería mejor, porque todo en su vida era más hermoso cuando Amaia formaba parte de ello.

I gotta get my body moving, shake the stress away. I wasn't looking for nobody when you looked my way. Possible candidate

Dos semanas antes habían acordado el lanzamiento de Notas, el single de Amaia que estaría en Te presto mi voz. Esta vez no había podido escabullirse como el año anterior, así que había tenido que sacar el videoclip, en el que también salía Alfred. La mayoría del videoclip eran planos cortos, que iban contando con imágenes lo que transmitía la canción, aderezado con planos de Amaia tocando el piano e imágenes de pentagramas con notas. Pero sin duda, la más tierna de todas era el plano final, en el que ambos estaban sentados ante un piano, y Amaia le enseñaba unas notas a Alfred en un pentagrama, entonces él alargaba la mano hacia algunas teclas del piano, y ella, suavemente, se lanzaba a abrazarlo...

Decir que fue un éxito inmediato sería quedarse demasiado corto. En un solo día, el videoclip consiguió más de tres millones de visitas, y las críticas eran excepcionalmente buenas a todos los niveles. Al día siguiente, durante el desayuno, Txus les leyó en voz alta algunos de los titulares que le habían enviado por redes sociales, y Alfred no pudo evitar llenarse de orgullo: España había recordado quién era su Amaia y le estaba rindiendo el tributo que se merecía.

Who knew that you'd be up in here looking like you do. You're making staying over here impossible. Baby I must say your aura is incredible. If you don't have to go, don't

Después de aquel adelanto, las expectativas sobre el disco aumentaron aún más si cabía, y Alfred y Amaia ultimaron los preparativos del lanzamiento con el mimo de siempre. Fue especialmente emotivo cuando Mario les enseñó la que sería la portada del disco: en ella, se veía entre sombras el perfil de Alfred que miraba hacia el fondo. Y allí se encontraba Amaia, de pie ante un micrófono, con un foco cayéndole sobre la cabeza, que la dejaba también entre sombras, pero creaba un hermoso haz de luz a su alrededor. Su luz... Alfred no pudo evitar que se le llenaran los ojos de lágrimas al verla.

Do you know what you started. I just came here to party. But now we're rockin' on the dance floor, acting naughty

El día anterior, como se estaba convirtiendo en un ritual, Mario fue a casa de Alfred, a dejarles varias copias de la versión definitiva del disco. Juntos escucharon todas las canciones. Entre ellas se encontraba Despertar, que era el otro single, a petición del propio Alfred. Esta seguía estando en la voz de Raúl Gómez, como había sido el día que Alfred le había regalado la canción a Amaia. Roi versionaba, esta vez solo, Adonde nos lleve el viento, una canción en la que había colaborado con Alfred para su segundo disco. Y lo mismo había pasado con Nil Moliner, que había participado en la versión de Que nos sigan las luces, como tributo. Además, estaba el Quédate conmigo de Amaia y Miriam.