Una reina del patinaje

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Sin corregir ni actualizar

Capítulo 14

Elisa

Llevo toda la mañana ensayando con el vestuario. Tengo tres actuaciones: una grupal con las chicas de mi nivel, una con las pequeñas de la exhibición y una última en solitario. Las dos actuaciones grupales pertenecen a la acción de una historia. Somos criaturas mágicas del bosque Encantado que van acudiendo a la reunión que ha organizado la Gran Reina del Bosque; ninfas, duendes de las aguas, musas de la música, hadas y guardianas del bosque. Yo realizo el papel de reina de las hadas por eso no sólo participo con mi grupo sino que en la actuación de las pequeñas que son las ninfas soy la encargada de avisarles de la reunión.

Al finalizar los grupales una persona de cada nivel realiza una coreografía en solitario, sin una temática concreta entre todas. Yo soy quien saldrá de mi curso. Por desgracia cuando colocaba los trajes en los percheros uno de los patines se ha enganchado en el traje del solo y no he podido ensayar con él, además mi madre no puede venir a ayudarme por trabajo. Menos mal que le he pedido a Zaida que viniera para echarme una mano sino estaría perdida. Después de que las musas ensayaran y dejaran la pista libre salgo a practicar mi solo. Tiene giros complicados y algunos saltos que hay veces que no domino. Por suerte termino el ensayo sin ningún fallo y hacemos la parada para comer.

Fernando

Aunque la exhibición de Elisa es a las seis, tendré que ser más rápido de lo previsto con Aurora. Durante todo el día no me cruzo mucho con mis hermanas, al parecer las dos tienen cosas que hacer. Cuando se acercan las cuatro de la tarde veo a Zaida que va a salir de casa.

-¿A dónde vas?

-Voy a la exhibición de Elisa. Me dijo que fuera antes para ayudarla con el vestuario ya que su madre no podría ir hasta la mitad del evento. ¿No se te habría olvidado?

-No, qué va- si me había olvidado pero por algo me pongo los avisos en el móvil.

-Está bien, te veo luego.

-Vale adiós- la despido mientras cierra la puerta.

No sabía que mi hermana fuera a ayudar a Elisa. Bueno, así en caso de perderme algo puede contarme qué pasó en el ensayo. No pierdo más el tiempo y empiezo a preparar todo para la tarde. La imagen de Elisa en mi sueño cuando le digo quién soy yo no para de rondar por mi mente. Ese momento en el que sus ojos miel brillan como el sol y una de sus sonrisas de alegría más sinceras se dibuja en su rostro, me recuerda a algo pero no sé el qu... ¡Ya lo tengo!

Es la misma mirada y sonrisa que vi cuando le entregué su regalo de amigo invisible, cuando por primera vez me pareció la chica más bella del mund... ¡Ya están esos pensamientos de nuevo en mi cabeza! Tengo que alejar la imagen de Elisa de mis pensamientos, pero es inútil vuelve una y otra vez. Necesito despejarme, así que salgo al patio y me siento en una de las sillas de jardín mientras cierro los ojos quedándome dormido.

Elisa

Al terminar de comer me suena el móvil y al ver que es Zaida suelto un suspiro de alivio.

-Hola Zaida, te necesito urgentemente. Uno de mis trajes se ha roto.

-No te preocupes, ya estoy de camino.

-Menos mal, ahora mismo eres mi salvación.

-Jajaja, no es para tanto. En dos minutos estoy allí.

Y efectivamente llega dos minutos después y comienza a arreglarme el traje.

-Este traje es precioso Eli, y sé de alguien a quien también le va a gustar.

-¿En serio? ¿De quién se trata?

Una sonata para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora