Capítulo 31

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Ignore por completo el comentario imprudente e innecesario del chico y baje con irritación por las escaleras.

La música era fuerte y los murmullos, risas y gritos de las personas provocaron que quedara momentáneamente sorda.
La casa estaba llena de personas y por algunos momentos agradecí que  mi madre le tocará el turno de la noche en el trabajo.

Busqué a mi hermano por toda la planta baja hasta que lo encontré en la cocina preparando algunas bebidas junto con algunos de sus amigos. Como él se encontraba ocupado, fui en busca de mi hermana. Pero me llevé una desagradable sorpresa al encontrar a Liss junto a Miss Colgate.

No podía creerlo, ¿Quién la había invitado?

Con suerte, Adrien dejó  que invitara a Alexa a la fiesta. Sinceramente, esperaba que mi hermano fuera quien le dijera a mi mejor amiga sobre la fiesta, pero él nunca la invitó así que tuve que hacerlo yo. Nunca entendí cómo era que funcionaba su relación y cuando le preguntaba a Alexa sobre eso, ella solo terminaba el tema diciendo que solamente eran amigos.

Observé por última vez a mi hermana antes de ir hacia la barra de bebidas y tomar un poco de tequila. Al fin y al cabo, mi madre no se encontraba en casa y ninguno de mis hermanos me diría nada por beber un poco de alcohol.

Cuando me aleje de la barra con el tequilero en mano, me sobresalte al chocar con una espalda que podría jurar que era la de Dylan. Por algunos segundos contuve el aliento ante la idea de tener a Dylan frente a mí después de nuestro último encuentro. Entonces a los pocos segundos deseche la idea de que pudiera tratarse de él por dos simples razones: nadie lo había invitado a la fiesta y porque aquella espalda pertenecía al idiota que entró sin permiso alguno a mi habitación. Estaba por darme la media vuelta e irme a otro lugar de la casa, cuando el chico comenzó a hablar.

-- Aún no nos hemos presentado.

Suspire con frustración mientras trataba de ignorarlo. No tenía ánimos de hablar con él, así que busqué con desesperación a Alexa, pero lamentablemente ella aún no había llegado. Tenía la opción de ir con mi hermana, pero ella se encontraba con Scarlett y sinceramente no me apetecía tener una conversación con ella de nuevo.

-- Me llamó Aiden Mcalister -se presentó-. Mucho gusto en conocerte.

Bebí un poco de tequila mientras trataba de ignorar al chico llamado Aiden. Sin embargo eso fue casi imposible, ya que sentía su intensa mirada viéndome fijamente en busca de una respuesta de mi parte.

-- Abby-dije después de algunos minutos sin pronunciar palabra alguna.

De reojo observe como los labios de Aiden se curvaban en una sonrisa divertida.  Bebió un poco de su bebida y comenzó a hablar de nuevo.

-- Supongo que debes ser una de las hermanas de Adrien.

-- Supones bien.

 Él se cruzó de brazos, dejando ver un tatuaje en la parte trasera del brazo de tres flechas apuntando hacia abajo. Y por primera vez en todo el día, sentí un poco de curiosidad por el chico. Así que comencé a examinarlo más detalladamente. Era mucho más alto que yo, sus brazos eran fuertes  y tenía la complexión de alguien que hace ejercicio a diario. Además tenía unos cuantos tatuajes más, aunque no fui capaz de examinarlos por la tenue luz que había en la planta baja. En cuanto a su rostro, solo pude ver una mandíbula fuerte, una nariz recta y firme y unas largas y espesas pestañas.

-- ¿Cuántos años tienes? -preguntó, provocando que dejara de examinarlo tan fijamente.

-- 18 años.

Tenía la esperanza que si me comportaba  de una manera seria y fría, él se alejaría de mí y así yo podría salir en busca de Alexa. Pero él no parecía ser consciente de eso, ya que una sonrisa pícara y divertida apareció en su rostro, provocando que un hoyuelo se formará en su mejilla.

RojaijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora