Justo en ese momento llegó Aiden y fue algo que agradecí, ya que sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar por todos aquellos recuerdos que habían invadido mi mente. Con rapidez cambie mi vestuario y salí de casa.
-- Hola, mi pato -saludó Aiden con una bonita sonrisa en los labios.
Yo me acerqué a él y besé quedamente sus labios. Él sonrió sobre mis labios, agarró mi rostro con delicadeza y me besó. Un beso de verdad. Envolví los brazos alrededor de su cuello y profundice aquel dulce beso.
Sus manos, que antes se encontraban sobre mi rostro, bajaron por toda mi espalda hasta posicionarlas sobre mi espalda baja. No sabía en qué día estábamos, ni en dónde y qué era lo que estábamos festejando. Solo existíamos él y yo y eso era lo único que importaba.
-- Me encantas -susurró Aiden sobre mis labios. Sus ojos buscando los míos.
Sonrei, acariciando con cariño de su rostro. Entonces me incline y bese con ternura de su mejilla, recordando la verdadera razón del porque Aiden se encontraba aquí cuando él debería de estar en el trabajo.
-- Tenemos que irnos ya -murmuré, alejándome de él-. Que valga la pena haber dejado a Joel completamente solo.
Él sonrió mientras yo lo observaba con reprobación. Debido a que Aiden es sobrino del gerente, él se salió con la suya al pedirle a su tío salir del trabajo unas cuantas horas antes de lo normal, ya que quería llevarme a un lugar especial.
-- Entonces vámonos ya.
Él agarró las llaves de su coche, dispuesto a llevarme a cualquier lugar a donde fuera a llevarme.
-- ¿Qué tal si vamos en mi coche? -pregunté, emocionada.
Aiden rió, se acercó y me abrazó con fuerza.
-- De acuerdo -accedió.
-- Y yo manejaré. Ya me puedes dar indicaciones de a dónde me quieres llevar.
-- Esta bien, pero solo hago esto porque es tu cumpleaños.
Reí, divertida, antes de ponerme de puntillas y besar con deliberada lentitud de sus labios.
-- Bien, será mejor que nos vayamos ya.
Subí con entusiasmo al coche mientras Aiden tomaba asiento a un lado mío.
-- ¿A dónde vamos? -pregunté, en cuanto estuvimos en la carretera.
-- Por el momento, todo derecho.
Yo hice caso de sus instrucciones y seguí manejando todo derecho.
Ambos veníamos platicando sobre cualquier tontería hasta que frene en un semáforo en rojo. Voltee a verlo y descubrí, con cierta vergüenza, como los ojos azul verdosos de Aiden se encontraban viendo fijamente a mis piernas desnudas.
Él carraspeó, aparentemente afectado, y levantó la mirada de mis piernas para ver directo a mi rostro.
-- Seguramente no debería de preguntarte esto, pero…-hizo una pausa, dubitativo, mientras yo lo observaba con intensidad-. Joder, desde que me entere sobre tu relación con...mi medio hermano, he querido saber si tu y él...ya sabes, ¿Tuvieron relaciones?
Comencé a ahogarme con mi propia saliva, no solo por el hecho de recordar todos aquellos momentos llenos de pasión que viví con Dylan, sino por el hecho de que Aiden hubiera sido tan directo al respecto.
Abrí y cerré la boca en busca de las palabras correctas, pero nada salió de mis labios.
Entonces el semáforo se puso en verde y aceleré el motor.
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Rojaijo
RomanceAbby Thomson ha estado enamorada de su vecino desde que era una niña. Al llegar a casa después de un viaje de 3 meses las cosas entre ellos comienzan a cambiar drásticamente. Dylan Manson, su atractivo vecino comienza a verla como algo mas que solo...