Capítulo 41

197 36 0
                                    


-- ¿Matheo?

Miré a Dylan, confundida, sin comprender aún todo lo que había pasado en tan solo un segundo.  Entonces voltee a ver a Aiden, que se encontraba serio y parado, su rostro totalmente inexpresivo, mientras las personas comenzaba a observarnos y a murmurar sobre nosotros.

No entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, quizá por el exceso de alcohol o quizá porque mi cabeza aún  no podían procesar absolutamente nada en aquellos momentos. Esperaba que Aiden, o al menos Dylan, me explicara algo, cualquier cosa por muy insignificante que sea, pero ambos solos seguían observándose con expresiones serias e inexpresivas.

-- ¿Se conocen? -comencé a preguntar, sin poder controlar mis pensamientos y mi boca-. ¿De dónde? Y Dylan -dije, esta vez dirigiéndome a mi ex novio-. ¿Por qué mierda lo golpeaste?  

Esperaba una respuesta de su parte, pero ambos solamente guardaron silencio, observándose entre sí, como si de algún modo yo no me encontrará ahí.

Como ninguno de los dos respondió a mis preguntas, observé cómo Aiden mantenía una de sus manos en su boca, que sangraba sin parar.  Entonces me acerqué a él, preocupada al ver como su labio sangraba.

-- ¿Te encuentras bien? ¿Te duele mucho?

Él me observó, parpadeo y justo estaba por responder a mi pregunta cuando unos guardias de seguridad se acercaron hacia a nosotros para corrernos del local. Los tres accedimos en un completo silencio, roto solamente por la música del local y por los murmullos de las personas.  

Cuando los tres salimos, Aiden y Dylan seguían completamente callados, aunque no hice ningún intento por romper el tenso silencio que parecía extenderse entre nosotros.

-- Abby -habló Aiden, rompiendo el silencio-. Necesito hablar contigo.

Podía estar un poco ebria, pero era plenamente consciente de lo que hacía y decía, así que negué con la cabeza en dirección a Dylan mientras agarraba la mano libre de Aiden.

-- Tu y yo no tenemos nada de qué hablar -dije.

Pero mentía. Claro que tenía muchas cosas de que hablar con él, todo relacionado con lo sucedido dentro del antro, pero no era el momento ni el lugar, además de que prefería mantenerme alejada completamente de Dylan.

-- Abby, necesito hablar contigo -volvió a repetir, esta vez con voz fuerte y brusca.

Aiden dejó de caminar, volteó a ver el rostro de Dylan, aún con la misma expresión inexpresiva, aunque pude notar cierto enojo en el brillo de su mirada.

-- No -contesté.

Entonces, cuando menos me había dado cuenta, Dylan alejó el poco espacio que nos separaba, empujó bruscamente a Aiden de mi lado, me agarró de los hombros y trató de robarme un beso.

Yo giré el rostro, evitando que sus labios hicieran contacto con los míos.  

-- Tu eres mía, Abby -susurró cerca de mi oído.

Me estremecí con temor, intentando evitar hacer contacto con los labios de Dylan. Pero entonces Aiden lo apartó con brusquedad de mi, lo agarró de la camisa y lo golpeó con fuerza en la mandíbula.

Yo observé, sorprendida, como Dylan perdía momentáneamente el equilibrio, aunque logró mantenerse en pie. Entonces reaccione, agarré el brazo de Aiden y traté de evitar que siguiera golpeando a Dylan.  

-- ¡Aiden, no!

-- Aléjate, Abby -dijo él, con un tono de voz llena de ira-. No voy a permitir que se aproveche de ti.

RojaijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora