Capítulo 40

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-- Así que dime, ¿Algo que debería saber de ti, chica unicornio?  

Levanté la mirada de la mesa para ver directo a sus hermosos ojos. Él me veía con mucho interés mientras trataba de contener una sonrisa en su rostro.

-- ¿Qué quieres que te diga? -pregunté.

-- Cualquier cosa que desees decirme.

Al final terminamos hablando de cosas sin importancia, tales como nuestro color favorito, las cosas que nos gustan y las que también nos disgustan. Hasta que llegamos a un tema del cual realmente no quería hablar.

-- ¿Y tu familia? ¿Qué me puedes decir sobre ellos?

Todo rastro de sonrisa desapareció de mi rostro al recordar lo sucedido con mi hermana.

-- Vivo con mi madre, mi hermano y mi hermana -comencé a hablar-. Soy la más pequeña de la familia. Lissa es hija de mi padre y Adrien hijo de mi madre. Después mis padres se casaron y nací yo -dije, omitiendo algunas cuantas cosas-. ¿Y tu? ¿Qué me puedes decir de tu familia?

-- Vivo con mi madre y mi media hermana, Isa -una sonrisa llena de cariño apareció en su rostro, seguramente provocado por pensar en ellas-. Y hasta hace poco descubrí que tengo un medio hermano. Es un tema un poco...complicado para mi.

Todo rastro de sonrisa desapareció de su rostro. Ahora parecía distraído, y quizá, un poco distante.  

Como no quería verlo de ese modo, extendí un brazo y toqué con cariño de su mano.

-- Te entiendo. No tenemos que hablar del tema si no quieres.

Poco a poco se fue relajando hasta volver a tener esa hermosa sonrisa que tanto lo caracteriza. Entonces extendió un brazo, agarró un mechón de mi cabello corto y lacio y lo recogió por detrás de mi oreja.

-- Supongo que tu cabello no es morado -comentó con cierta burla-. ¿Por qué el cambio, chica unicornio?

 Parpadee, dejando de lado el placer de estar con Aiden para pensar en una persona que tanto daño me hizo. Era un tema del cual no me gustaba hablar, pero aún así quería hablar sobre eso con Aiden.

-- Es un tema...difícil para mí -dije, observando el rostro serio de Aiden-. Pero te contaré -hice una pausa antes de comenzar a hablar de nuevo-. Mi ex...me trató un poco mal el mismo día en que nuestra relación...se acabó. Me dolió.  Mucho. Pero de algún modo pude superarlo. Esa es una de las razones del porqué corte y pinte de mi cabello. Quería empezar de cero, así que por algún lado tenía que comenzar, ¿No lo crees?

Terminé de hablar con una pequeña sonrisa llena de pura amargura. Quizá ya no quería a Dylan, al menos no de la misma manera que antes, pero sus palabras siempre serían como dagas para mi corazón.  No solo porque él fue mi primer amor, sino más bien porque, además de romper mi corazón, también rompió mis ilusiones.

-- Tu ex es un idiota -dijo Aiden en voz baja y mordaz-. Eres una gran chica, ¿Cómo pudo haberte dejado ir?

Mis mejillas tomaron color, olvidando casi por completo la forma tan fría e indiferente en que Dylan terminó nuestra relación.  

-- ¿Y tu? ¿Alguna historia amorosa que quieras contarme?

El rostro de Aiden se endureció, negó levemente con la cabeza y un fuerte suspiro salió desde el fondo de su pecho.

-- Creo que coincidimos en muchos aspectos respecto a nuestra vida amorosa -dijo, riendo con cierta amargura-. Antes tenía una novia. Yo...realmente amé a Nathalia y en algún momento llegué a pensar que ella también me amaba a mi como yo a ella. Entonces la descubrí en la cama con Newt..." mi mejor amigo" -hizo una pausa, perdido en sus pensamientos, antes de comenzar a hablar de nuevo-. Después de eso me convertí en alguien totalmente diferente. Solía llegar a casa borracho o me metía en muchos problemas. Era un caso perdido.

RojaijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora