Mi Lobo Posesivo [+18]

Capítulo 32

Malherido

Silencio. Me acomodo en la cama, ya no escucho nada ¿sería producto de mi imaginación? No lo sé. Me levanto despacio para no despertar a Ethan. Parece que está plácidamente dormido. Me pongo algo de ropa encima y salgo de la habitación. El suelo está bastante frío. Cierro la puerta con mucho cuidado y voy por las escaleras con cuidado, solo veo un poco gracias a la luz de la luna que entra por las ventanas. No se escucha nada, absolutamente nada, empiezo a pensar que solo fue una ilusión mía. Llego a la planta de abajo. Busco el interruptor para encender la luz pero un golpe de algo cayéndose me interrumpe. De un momento a otro siento mi alma salir de mi cuerpo. Un escalofrío pasa por todo mi cuerpo. Miro a todos sitios, quieta, sin mover ni un dedo. No veo nada. Joder, joder, joder. Voy a morir, estoy más que segura. Este va a ser mi fin. Mierda, qué hago. Vuelvo a mirar por toda la habitación. Mis ojos se frenan de golpe y ahora sé que no fue mi imaginación. Unos ojos rojos intensos se ven perfectamente en una parte del salón, pero lo peor no es que sea uno, sino que empiezo ver más. No sé cuántos más. Tengo mucho miedo. Enciendo la luz lo más rápido que puedo y visualizo a seis personas como mínimo. Son vampiros. Lo que me faltaba. Uno de ellos señala con su dedo índice hacia mí. Creo que estoy en serios problemas. Oh claro que lo estás Brynne, me susurra mi conciencia. Maldita seas conciencia, no me digas lo obvio.

—Vamos a por ella. —Uno de los hombres grita y ordena lo dicho.

—Esperad, el Amo no quiere que la capturamos aún. —Dice una voz femenina.

—Da igual. Vayamos a por ella y ya la tendrá. ¡Vamos! —El dichoso hombre con vos áspera ordena otra vez a que vayan por mí.

Esto tiene que ser una broma de mal gusto, se van acercando a mí y no sé qué hacer. Mis reflejos fallan y mis piernas tiemblan.

—¡Os juro que chillaré despertando a todo el mundo si intentáis cogerme o tocarme! —Grito lo más fuerte que puedo para que me escuchen todos los de la casa y así se despierten de una puta vez. Joder Ethan.

—Sino qué va hacer la gata furiosa. —Dice el mismo hombre con un tono burlón, su puta madre.

—Mejor no quieras saber qué puedo hacer. —Venga confía en ti misma, mataste a Nuria —por desgracia—, puedes con estos, sé que puedes con ellos. —No sé si sabrán pero ¡tengo poderes!

Todos empiezan a reírse de mí, me siento patética, no sé cómo he podido decir está porquería, ni siquiera sé utilizarlos. Soy ridícula.

—Yo si fuera vosotros, le haría caso, los tiene y bien puestos. —Escucho la voz de Ethan arriba de las escaleras. Justo a tiempo, aunque podría haber llegado antes.

—Te dije que nos fuéramos estúpido. —Dice la chica de antes.

Intentan escapar pero Ethan salta de arriba cayendo encima de uno de ellos, creo que el hombre que no paraba de hablar conmigo. Le parte el cuello, yo cierro los ojos. Ha sido un sonido espantoso. La chica se tira encima de Ethan con un cuchillo intenta clavárselo pero no lo consigo, acaba estampada en uno de los tantos armarios que hay, eso sí, el armario acaba roto. Los demás no hacen nada, solo miran, mientras que la chica se levanta otra vez y va con furia y un gruñido desgarrador hacia él. Los chicos intentan entretener a Ethan.

—¡ETHAN CUIDADO! —Le grito desde lo más profundo de mi garganta.

La chica le apuñala el costado pero a cambio ella acaba muerta, Ethan la coge del cuello y se lo parte, los demás aprovechan para irse lo más rápido posible. Yo me quedo quieta, sin saber qué hacer. Ethan intenta levantarse, su torso está sangrando mucho.