Mi Lobo Posesivo [+18]

Capítulo 59

Yo no soy la Luna

Esto no puede ser verdad, ella no ha podido verme, ¿verdad?

Joder.

—Seira, creo que me vio, Soraya me ha visto. —Seira se gira hacia mí bruscamente.

—¡Eso no puede ser posible! ¿verdad? —Seira y yo seguimos a los coches con rapidez.

—Tenemos que salir rápido del territorio. Irnos lejos, muy lejos. —Seira no me mira, solo vamos con velocidad.

—Tenemos que ir como vayan ellos, no puedes alejarte mucho de tu cuerpo.

Mierda.

Me acerco al coche en el que va mi cuerpo, Ethan está atrás conmigo, cogiéndome de la mano y dándole de vez en cuando pequeños besos suaves y con cuidado. Solo observa mi rostro. Parece que de verdad estuviera muerta. Me adentro en el coche y me pongo al lado de Ethan. A Seira no le convence la cercanía que he tomado.

—No debes de acercarte mucho a tu cuerpo, podrías volver a él... —Seira se aleja un poco.

—Voy rápido contigo, solo es un momento. —Miro a Ethan que vuelve a besar mi mano pálida—. Ethan mi amor... estoy aquí contigo, no estoy sola, estoy con Seira y estoy bien. —Llevo mi mano a su rostro y sorprendentemente puedo tocar su mejilla. Él quita su mirada de mi cuerpo y ve hacia mí pero sin verme, mira a la nada.

—Cariño... —su voz, su dulce voz, he podido escucharla.

—Rápido... —no sé si me escuchó pero asintió con lentitud y se levantó del asiento para darle golpes a la ventanita que da al conductor. Yo me alejo y voy con Seira.

Seira me mira con preocupación, ella sabe muy bien lo que pasó allí atrás, no me lo quiere contar pero lo sabe y me preocupa porque entonces tiene que ser grave. Hasta ahora no me había dado por observarla con detenimiento, es cierto que en estado espectro no puedo ver los detalles y tampoco su tez real, es pálida, blanco como la pared, como debe de ser. Pelo largo con tonalidad amarillo pastel. Llevo un vestido blanco alargado pero que desvanece en su final. Es guapa, muy guapa.

—¿Por qué tanta observación? —Seira me mira y se posiciona a mi lado—. Ve rápido, ellos aceleraron. No sé qué hiciste pero lo has hecho bien. —Seira vuelve a la velocidad que iba antes y yo me uno a ella. Tiene razón, no tengo tiempo de observaciones, tenemos que darnos prisa.

Estamos un buen rato volando, siguiendo a los coches por una carretera que parece infinita. No estoy cansada, aunque quisiera no podría pero quisiera que se acabara ya, quiero despertar y estar con Ethan, abrazarlo y darle un buen beso de bienvenida. Nunca pensé que estar muerta iba a ser tan duro.

Los coches se paran un rato y salen muchos guardas, entre todas las personas se bajan, Chloe, Sergio, Hannon, Ethan y William.

Nano.

No puede ser.

—¿Nano viene verdad? —miro a Seira.

—Nano... —aparta la mirada.

—Venga, él... él tiene que estar ahí, ¿no? —me acerco a Seira y le miro a la cara obligando a que ella me mire también.

—Brynne... Nano no puede dejar la mansión, él es un guardián de la casa real de los licántropos. Él tiene que estar allí protegiendo el lugar aunque le cueste la vida, es imposible que venga, aunque si Alfa no esté, él tiene que quedarse allí.

—No... —no puedo llorar aunque quiera—. Esto es una puta mierda, esto es una mierda, ¿¡por qué cojones tiene que quedarse en esa maldita casa!? ¡Estoy hasta los ovarios de ser una maldito fantasma!