Mi Lobo Posesivo [+18]

Capítulo 71

El presente

Ethan me miraba incrédulo. Es normal, ¿cómo iba a saber que su novia estaba conociendo a su madre? Pocas veces se pueden dar ese tipo de casos cuando tu madre no está viva. Aunque no solo es él, el que está impactado y conmocionado.

—Salgamos de aquí y vamos a sentarnos en el sofá. —Asiento. Dejo la foto en donde la cogí. Seira es más bella de lo que parece en espíritu. Sigo a Ethan a la salida, me coloca la mano en la espalda para ir juntos a los sofás y sentarnos con un nudo en la garganta, o al menos yo tengo ese maldito nudo en la garganta que apenas me deja respirar.

—Yo... Te juro que no lo sabía, sino, ya te lo hubiera dicho hace mucho tiempo, mi amor —siento algo de pánico porque no sé cuál es su reacción a saber que tu novia se estaba hablando con tu madre que falleció tantísimo tiempo—. Yo pensaba que ella la verdadera Diosa Luna, la que guiaba a todas sus hijas o lo que seamos a por el buen camino, ¡qué sé yo! —Me pongo las manos en la cabeza, desesperada y cansada.

—Me resultaba raro, ¿sabes? —escucho unas pequeñas risas forzadas y levanto mi mirada. Veo a Ethan con lágrimas recorriendo sus mejillas. Con rapidez, las quito con mis pulgares apoyando la palma de mis manos en sus mejillas y así sentir más mi cercanía.

—¿Por qué, mi amor? —le digo en tono suave para tranquilizarlo y darle comodidad para que se abra conmigo. Pocas veces veo a un Ethan hablar de sus sentimientos temidos.

—Bueno —ríe—. Nunca había escuchado que una candidata a ser la Luna de una manada junto con el Alfa, tuviera a la Diosa Luna guiándola. Era tan raro pero a la vez tan creíble que, de verdad, estuviera apareciendo y ayudándote.

—Cuando estuve entre la vida y la muerte, ella estuvo cada momento conmigo. —Miro al suelo por unos segundos—. Al estar tanto tiempo con ella me fijé en que llevaba un vestido de novia muy viejo y desaliñado. —Ethan me mira atento—. Le pregunté y me dijo que hace ciento seis años, en su boda, la asesinaron. Un Alfa siempre tiene enemigos.

—El Alfa siempre tiene su debilidad, y siempre es la misma, su alma gemela, tú. —Ethan coloca un mechón de mi pelo detrás de la oreja—. Mi padre la perdió y desde entonces no es el mismo, poco a poco se fue convirtiendo en un hombre oscuro, silencioso, no quería que nadie de metiera en sus asuntos, ni siquiera yo y mi hermana, empezó a ser distante con nosotros y solo nos veíamos de vez en cuando.  Él ha cambiado tanto que ya no queda rastro de aquel hombre que le encantaba estar con su familia y siempre estaba atento a nosotros.

—Ethan... lo siento tanto.

—No, nena, no. Tú no puedes decir lo siento. —Me mira intenso a los ojos—. No puedes sentir pena por él, porque ha sido quien te ha quitado la felicidad de tener una familia, que seguro te amaban con todo su corazón. —Asiento mientras pestañeo varias veces por las lágrimas contenidas.

—Todavía tengo a alguien de mi familia, espero que ella no lo sepa y cambie. —Le doy media sonrisa.

—Nena, no quiero desilusionarte ni tampoco ilusionarte, pero tienes que estar preparada para lo que sea. Si resulta que ella de verdad lo sepa, es que es consciente y quiere hacerte daño por algún motivo.

—¿Qué motivo? No sé qué motivo tendría que haber para querer matar a tu hermana. —Me aparto un poco de Ethan, estoy algo molesta por lo que dijo.

—Envidia, o simplemente rencor. —Le miro frunciendo el ceño—. Asesinaron a tus padres por ti. Soraya perdió sus padres porque su hermana tenía grandes y maravillosos poderes y alguien malvado fue a por ellos.

—¿Sabes? Aveces eres un capullo total que no sabe medir sus palabras. —Le digo fingiendo molestia, aunque en realidad, la verdad es dolorosa, porque mis padres fueron asesinados por mi culpa—. Pero lo que no entiendo es... si tu padre fue el culpable... ¿por qué ella le está ayudándolo y más sabiéndolo? ¿Me entiendes?

Ethan asiente, se pone pensativo y yo también. ¿Pero cómo no ponerte a pensar en ello? ¿Qué está pensando Soraya para estar con él? ¿A lo mejor es que planea vengarse de él y por eso se está ganando su confianza? Y... ¿así cuando menos lo espere vengarse? No lo entiendo muy bien, ha estado tantísimos años al lado de un ser tan despreciable solo para, ¿esperar a dentro de unas horas a acabar con él?

—Sé que no vamos a dormir, así que... ¿quieres que nos demos un buen baño en la piscina? —Ethan me da media sonrisa, ésta ya no se ve tan forzada, sino más bien algo alegre. Yo asiento moviendo mi cabeza de arriba abajo como si mi vida dependiera de ello, lo que hace unas risitas flojas por parte de Ethan.

Nos levantamos del sofá y vamos afuera, nos da igual si vamos a meternos con ropa, nos da igual el frío, nos da igual el mañana. Solo nos importa el ahora, el presente, lo que estamos viviendo.

A veces, las personas solo se fijan en el futuro, en lo que tienen que idealizar para tener un porvenir bueno, no digo que eso no esté bien, pero, si siempre estás planeando tu futuro, ¿cómo vives el presente? Cada segundo que pasa, se considera pasado, cada segundo que tiene que suceder, es el futuro, y el segundo en el que estás, es tu presente. Así de rápido pasa el tiempo. Y no nos damos cuenta que si siempre miramos hacia el mañana, nunca  podremos fijarnos en los bonitos detalles que la vida aveces le apetece darte.

Ya hemos pensando mucho en lo que sucederá mañana y en lo que no. Ahora queremos, debemos, disfrutar de nuestro presente aunque dure segundos. Aunque solo sea un pequeño instante.

Ethan me mira, sé cuales son sus intenciones. Y efectivamente estaba en lo cierto. Me coje de la cintura nos tira a los dos en la piscina. Logro sacar la cabeza jadeando y un poco temblando del frío.

—!Está helada! —grito y Ethan solo se ríe acercándose hacia mí. Me abraza y le rodeo por la cintura.

—Te amo. —Y se lanza a mis labios con ansias y deseo. Lo noto desesperado. Sé lo que pretende y yo también lo quiero.

Sus manos van recorriendo mi espalda debajo del agua haciéndome cosquillitas. Levanta con lentitud mi casimeta mojada hasta lograr quitármela por encima de la cabeza. La tira fuera de la piscina, mientras se para a observar mi pecho debajo el sujetador. Todavía siento algo de vergüenza, aunque quién no la va a tener, con su mirada intensa, mirando mis pechos con mucha lujuria.

No lo piensa dos veces y me quita el sujetador dejando mi pecho en libertad, sin más preámbulos, fue directo a ellos para chuparlos y darle pequeñas mordidas a lo que yo respondo con gemidos cerca de sus orejas, que lo provocan todavía más.

Puedo sentir por la zona del ombligo su miembro bien hinchado y ansioso de poder entrar en su nido. Yo también quiero que vaya.

—Te amo, nena.

Sin más arranca las braguitas y las tira afuera, hundiendo en el proceso su miembro en todo mi interior con una gran embestida, provocando un fuerte gemido que Ethan intenta suavizarlo poniendo sus labios en los míos.

29/08/2019

¡Hola! ¿Cómo están?🤗
¡Espero que este nuevo capítulo la guste mucho!
Os quiero.❣️

Hadala09❤️