XVI. Felicidad.

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Jimin jamás había llorado tanto, sus lágrimas solo caían a prisa por sus mejillas regordetas y ve tú a saber qué lugar del suelo regaban.

Su corazón giraba y arqueaba de náuseas, tan agitado y mareado que podría dejar de funcionar justo ahora.

Namjoon sentía el suave colchón irse de su espalda y sintió que se iba a caer incluso si no tenía esa opción.

—Con esas cosas no se te ocurra bromear Min Yoongi.—amenazó y el mencionado negó rotundamente.

Hablo demasiado en serio.—Y aunque pedirle matrimonio al amor de su vida no sonaba tan difícil luego de cuatro años siendo pareja y un año de vivir juntos era más difícil de lo que pensaba, su estómago estaba hecho un desastre y sentía como se comprimía con solo volver a ver el anillo que tanto tardó en elegir.
Una argolla de oro blanco sencilla, con las letras "MYG&PJM" grabadas en el interior, suave y perfecta para la mano de su novio.

—Entonces hazlo hombre ¿que esperas?

—No es tan fácil, necesito una ayuda pequeña.— las yemas de su dedo índice y pulgar se acercaron hasta casi juntarse.



—¡Jung Hoseok! ¿Donde está el estúpido anillo?—Kim Taehyung se había convertido en el organizador del evento del año y no, no había cinco mil invitados ni cámaras de revistas de sociales pero estaba la gente que Jimin amaba y eso era el acontecimiento más especial del mundo.

Eso y que el chico que iba a dar la propuesta se estaba desmayando tras bambalinas, por supuesto.

—¡Jiminnie! Qué felicidad que estés aquí, felicidades por tu graduación.

—Mamá pero yo me graduó mañan...

—¡Sorpresa! — todos menos su novio saltaron gritando alegres, la fiesta falsa de graduación adelantada había sido una buena idea para todos.

Yoongi quería hacer pipí.

"¿Te quieres casar conmigo?"

Las manos de Yoongi eran gelatina y el anillo en la caja de terciopelo tambaleaba bajo la mirada mojada del menor.

Se había caído el pastel y habían roto el mantel prestado de la mamá de Hoseok pero ahora Yoongi estaba ahí, hincado frente a Jimin, pidiéndole unir su vida a la de el por todas las de la ley.

—Yo..ongi Hyung.. Si quiero—aceptó luego de unos minutos asimilando aquella situación.

La persona que más amaba en este mundo le amaba de la misma manera y se lo había dejado claro con ese:

"—Estoy nervioso como la mierda pero no hay persona con la que quiera pasar el resto de mi vida que no seas tú, no tengo palabra alguna para describirte y si me permites quiero amarte de esta manera el resto de mis días ¿Te quieres casar conmigo?"

Nadie era más feliz que Jimin.

El anillo se deslizó en su dedo y la felicidad entre su alma, la abrazó y se instaló de una manera amistosa.

¿Cuánta felicidad es suficiente para él alma?


Amé mucho escribir esto.💕
Espero les guste muchismo, nos leemos luego.

Enough. [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora