Capítulo 42

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Lía

—¿Te cuento algo?—me pregunta Harry al otro lado de la mesa donde estamos estudiando. Es gracioso que esté al otro extremo del gran comedor de su casa, luce pequeño en ese asiento.

—Soy toda oídos.

—Me gusta una chica—susurra como si contara un secreto. Yo muerdo mi labio sin contener una sonrisa que él imita.

—¿Ah, sí?

—Ella me vuelve loco.

—Yo creo que te vuelve idiota—finjo inocencia bajo mis palabras.

Sus labios forman una boca de pato graciosa mientras entrecierra los ojos en una expresión pensativa. Río ante lo adorable que luce y él me guiña el ojo como un signo coqueto.

—Ella tiene razón, soy su idiota.







Los Bulls ganaron el partido.

La exaltación sobrexitada de la multitud ha llegado a cada rincón de nuestra universidad y se contagia en cada uno de los simpatizantes. La alegría se mezcla con la banda sonora, los gritos victoriosos aumentan como la sensación de gloria que acapara todo el lugar.

Mas no me alberga a mí.

No siento la misma emoción y me odio por eso, porque estoy perdiendo contra él, le estoy dando el gusto de aún afectarme y no quiero que siga así. He evitado ese tema desde que todo se derrumbó y quizás ese fue mi error, no enfrentarlo, solo ocultar el dolor, camuflarlo.

No ha cambiado demasiado, aunque ya no tiene esa cara de niño que me enamoró. Sus facciones lucen más afiladas y endurecidas, sus ojos cafés contrastantes ahora más vivaces, su cabello ha perdido sus rulos, ahora lo peina hacia arriba, siempre desordenado, desaliñado, pero con forma y su cuerpo alto con músculos que no tenía en su momento. Luce intimidante y suspicaz. Luce como nuevo, como lo que sentí por él en ese tiempo.

Lo creí mi primer amor por ser la primera persona al decirle luego de una común pregunta, pero estuve equivocada.

Harry es mi primer amor, la primera persona que tomó todo de mi y que, aún con sus errores, cuida mi corazón. Es él por quien siento amor verdadero, uno puro y fuerte, el primero en mostrarme su verdadero significado.

Mi primera vez fue con Liam, ¿me arrepiento? En su momento lo hice y quizás una parte de mí del presente aún lo hace. La virginidad es algo que ha perdido importancia con el pasar de los años, pero para mí no, yo siempre quise entregarme a la persona indicada porque quise que esa persona sea todas mis primeras veces. Y lo que lamento es que Harry no lo haya sido, aunque él signifique mucho más que una primera vez.

Liam fue mi mejor amigo, quizás no funcionamos como novios y eso estaba bien, pero lo que me hizo, usarme para una apuesta, fingir todos esos años, fue el golpe más fuerte, mucho más fuerte que el que me dio.

Ahora estoy en los brazos de Harry, la aglomeración a nuestro alrededor grita en júbilo, mientras yo trato de resguardarme en él. Ya lo sabe, no es necesario que lo diga, solo me abraza, como si quisiera trasmitirme sus fuerzas, besa mi sien dejándome claro que está conmigo y que no va a alejarse. Sé que está aguantando las ganas de ir a enfrentarlo, hasta de golpearlo, pero es consciente que lo necesito conmigo.

La tensión era palpable cuando los capitanes debían darse la mano, nunca vi tanta furia en la mirada de Harry, la impotencia que sé que sentía al no poder hacer nada en ese momento y la decisión de ganar ese partido. En la presentación del resto del equipo, no se me pasó desapercibida las miradas atónitas de Niall y Zayn, pero sobretodo de Louis. La decepción, la ira y un odio puro pintó sus facciones, pero se lo guardó para él mismo. Mía no dejó mi mano en ningún momento aún cuando estuvimos obligadas a bailar y celebrar en cada gol, yo debía fingir indiferencia, como si nada me afectara, cuando ellos cinco sabían perfectamente que no era así, que solo estaba usando una máscara.

Half of me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora