Half of me

Capítulo 28

Lía

Mi sonrisa bobalicona está presente todo el tiempo que él usa para cambiarse. Pasamos la tarde en su habitación viendo una película cuando, sin darme cuenta, derramé el refresco sobre él.

Ahora se está cambiando y es una vista digna de admirar.

Sus músculos te tensan con sus movimientos, se pone una camiseta limpia y gira con una sonrisa a mi dirección. Se estira un poco ya que hemos pasado dos horas sentados frente a la laptop, alza sus brazos haciendo que su camiseta se levante un poco y pueda ver la línea de su bóxer bajo su jogger negro.

—¿Te gusta lo que ves?-pregunta burlón acercándose, se lanza a su cama y me toma de la cintura para pegarme lo más que puede a él.

No le digo nada, solo río y me aproximo a besarlo. No me canso de hacerlo, sus labios parecen imanes, quiero estar así todo el tiempo con él.

El beso es suave mientras sus manos acarician mi cintura bajo mi blusa, causando que me estremezca. El tiempo parece detenerse, disfrutando su cercanía. Nuestras respiraciones se mezclan y lo único que se puede escuchar en la habitación es el sonido de nuestros labios.

Mis pulmones empiezan a exigir oxigeno, por lo que debo separarme a regañadientes. Mantenemos los labios juntos antes de abrir nuestros ojos.

—Te quiero Lía.

Veo tanta intensidad en esos ojos verdes que tiene, veo tanto brillo, tanto amor que me es imposible no besarlo de nuevo y creer en sus palabras.

—Te quiero Harry.

El timbre me despierta de golpe, sintiéndome desorientada por un momento, mientras los recuerdos de anoche regresan.

Mamá y papá se quedaron hasta muy tarde para seguir hablando con los gemelos, pero yo no podía quedarme más, estaba cansada, era demasiado por digerir, ademas que tengo clases.

Voy al baño a lavarme la cara cuando los gritos hacen que de un respingo y corra fuera de mi habitación.

—¡No puedes entrar de esa manera!

Me sorprende escuchar la voz de Noah, al parecer se quedaron.

—¡Yo entro cuando se me pegue la gana, inadaptado! ¡No sé quién seas y no me interesa, pero que te quede grabado mi nombre! Soy Mía Ivannov y quien no pertenece aquí eres tú.

Llego a la sala con la respiración entrecortada, encontrándome con Mía cruzada de brazos frente a Noah.

—Es mi mejor amiga, ella puede entrar-le explico calmada. Su personalidad es muy irritable y choca con la mía, lo que menos quiero es empezar una discusión con él.

—Bienvenida a casa, Mar-dice burlón dándose la vuelta y desaparece.

—¿Quién mierda es...? ¡Vete de aquí!-le grita a quien está a mis espaldas, giro y veo a Nathan con mirada sorprendida ante su grito.

—No es...

—¿Quieres meterte con mis puños, idiota?

—Tranquilízate, Mar, es mi hermanito-regresa Noah comiendo una manzana.

Los ojos de Mía se abren en sorpresa al verlos juntos.

—Soy Nathan, bienvenida a casa, Garet-sonríe tiernamente haciendo que quiera apretarle las mejillas. Haría lo mismo con su hermano pero es demasiado borde.

—¿Qué mierda? Mi nombre es Mía.

—Como digas, Mar.

Mi mirada confundida se dirige a ellos, pero me ignoran dándose media vuelta y yendo a la cocina.