Capítulo 8

280 15 9
                                    

Lía

—¡Asi los quería encontrar, puercos!—grita Mía haciendo que Harry se sobresalte. Yo seguía con los ojos cerrados haciéndome la dormida.

—Mía, ¿qué carajos haces aquí?—le pregunta en susurro.

—Bueno Lía es mi mejor amiga y Laurel lo sabe—le dice con voz de obviedad—. Yo vengo cuando se me salga de los ovarios.

—Estás con la regla—asegura Harry y puedo adivinar que rueda los ojos.

—Joder si—lloriquea. Ella solo menciona sus ovarios cuando está en sus días.

—Bueno ahora lárgate, Lia está dormida y no quiero que la despiertes, hasta mañana—pone su cabeza sobre la mía y ajusta el agarre a mi cintura.

—¡Es de día idiota y quiero estar con mi mejor amiga!

—¡No grites maldición!

—¡Tú estás gritando!

—¿Mía, Lia, pasa algo?—escucho la voz de mi mamá y me tenso. Harry inmediatamente se para a buscar su ropa.

—No tienes trasero.

—¡No me veas el culo!

—¿Chicas?—insiste mi mamá tocando la puerta.

—Todo bien Laurel, Lia tenía la television encendida—declara mi amiga muy rápido.

—Lia no tiene television—dice mi mamá confundida tras la puerta.

—¿Dije televisión?—pregunta nerviosa mientras yo trataba de no soltar una carcajada—. Quise decir computadora.

—¡Eso ni siquiera se parece!—le grita Harry en susurro.

—Tú cállate tabla y cámbiate rápido.

—Todo está bien mamá—aseguro abriendo los ojos—. Me estoy cambiando.

—El desayuno ya está servido—y escucho que se aleja.

—No encuentro mi camiseta—dice Harry ya vestido en la parte de abajo.

—Busca una en mi closet—digo mientras me estiro y aseguro las sábanas en mi pecho- Hola Mía.

-Hola Lia—dice coqueta—.¿Buena noche?

—Cállate—digo sonrojada mientras me levanto a ponerme la pijama.

—Buenos dias amor—dice Harry saliendo del closet dejando un beso en mi frente—. Creo que será mejor irme.

—Adiós marrano—dice Mía sacándome de mi cuarto de un jalón sin darme tiempo de despedirme. No me preocupo mucho, Harry saldría por el balcón como siempre.

—¿Qué haces loca?—pregunto riéndome mientras bajamos las escaleras.

—Tengo hambre y quiero hablar contigo de algo muy urgente.

—¿De tus ovarios?—pregunto riendo.

—¡No!—grita entrando a la cocina y sentándose en la mesada.

—¿Entonces?—cojo mi vaso con jugo de naranja y me lo tomo en grandes sorbos.

—Me gusta alguien—susurra bajo.

—¡¿Qué?! ¡¿Quien?!—pregunto emocionada luego de pasar el jugo que casi sale disparado de la sorpresa.

—Niall.

—¡¿NIALL?!.

—Si—dice sonrojada.

—¡¿SI?!.

Half of me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora