Half of me

Capítulo 35

Lía

—Me veo plano—murmura viéndose de perfil en el espejo, probándose unos jeans nuevos.

—Eres plano—toso para disimular, pero la boca abierta en signo de indignación de Harry me hace saber que escuchó perfectamente.

—Perdón por no tener el trasero de Louis—una de sus manos va a su pecho y la otra a su cadera, completamente ofendido. Sonrío apoyándome en la pared del corredor de probadores.

—Me gusta como te quedan, le dan buena forma a tu trasero.

—¿Habla la experta?—cuestiona cruzándose de brazos, dándole una mirada al mío.

—Habla la observadora—ahora veo el suyo. Definitivamente le quedan perfecto.

—Las sociedad cambian con el paso del tiempo, la tecnología es una de las grandes razones—habla Jules mientras mis ojos se cierran—. Los avances tecnológicos han sido fundamentales en algunos casos para mejores las condiciones de vida...

Quisiera seguir prestando atención, pero mi cerebro se niega. Tengo un incesante dolor de cabeza que me hace repetirme una y mil veces no volver a beber de esa forma, menos un día antes de clase. La universidad no podía ser más certera como para hacer sus partidos los domingos, pero para ningún estudiante es impedimento para salir de fiesta, por algo todos aquí tenemos cara de muerto.

Zayn tiene puestos unos lentes que tienen pegadas unas imágenes de ojos abiertos, por supuesto Jules no es un idiota como para no notarlo, pero no dice nada al respecto. Louis tiene la cabeza escondida en un libro, está abierto al medio para que se quede parado en el escritorio, así evitar que lo vean dormir, pero vuelvo a recalcarlo: Jules no es idiota. Niall, al contrario, ronca libremente sobre sus antebrazos, mientras Harry duerme en el suelo, sí, en suelo. El ruloso, aún ante el golpe, no se levantó, está demasiado cansado como para notarlo, Jules impidió que lo levante, estoy segura que, aunque no podrá verlo, disfrutará de su dolor de espaldas. Tampoco insistí, he pasado toda la mañana cabeceándome, esforzándome en no dormir, pero parece una tarea imposible. Luego está Mía, que sorprendentemente tiene bastante energía luego de su coma etílico.

—El internet es una gran influencia para todos nosotros—sigue con la clase, aún cuando nadie parece darle atención, a excepción de alguien—. Un claro ejemplo es...¿Qué cree que hace, Ivannov?

Mi mirada adormilada va hacia mi amiga que tiene su teléfono a lo alto.

—Tomándole foto a la clase—suelta con un tono obvio.

—Los celulares están prohibidos en mi clase y lo sabe perfectamente.

—Soy lenta escribiendo y lo sabe perfectamente—lo imita excusándose—. Todos le toman fotos a las clases, no le veo el problema, estamos en la universidad.

—¿Y?

—Las sociedades cambian con el paso del tiempo, la tecnología es una de las grandes razones—repite sus palabras levantando los hombros, para molestarlo aún más, direcciona el flash de su teléfono a la cara del profesor.

—No se haga la lista conmigo—replica entre dientes.

—Tú solo sigue, Jules—hace un gesto con la mano para restarle importancia.

—¿Cuántas veces tengo que decirle que a mi me habla...?

—Disculpe profesor—sonríe la secretaria ya conocida en la puerta del salón, tiene una expresión avergonzada por interrumpir la clase—, vengo por...

—Si, si, llévese a Ivannov y hágale un favor al mundo—resopla dejándose caer en su silla, ignorando que Mía abre la boca indignada.

—Vengo por la señorita Vianelo—corrige con los ojos ligeramente más abiertos que de costumbre. Creo que aún no se acostumbra a la guerrilla que tienen ambos.