Half of me

Capítulo 37

La brisa cálida choca contra nosotros apoyados en una roca sobre la arena. Sus brazos me resguardan, abrazándome desde la espalda mientras yo permanezco acurrucada en su pecho. Nos mantenemos en silencio, disfrutando del momento juntos. Es ahí cuando giro mi cabeza para poder verlo. 

Observo la sencillez de sus facciones que lo hacen lucir tan distinto al resto, tan único y hermoso. Observo a detalle aquel cabello enredado moviéndose al ritmo del viento, aquellos ojos verdes tan profundos como enigmáticos, aquellas arrugas que le quedan por fruncir el ceño o alrededor de sus gemas esmeralda al sonreír de oreja a oreja. Observo a detalle su perfil mientras él disfruta del panorama.

Yo disfruto viendo otro tipo de maravilla.

Gira su cabeza y ahora soy yo la que tiene su atención. Sus ojos corren por todo mi rostro antes de llegar a los míos. Observo la determinación de su mirada, la fuerza y profundidad que se siente al verlo. Noto el reflejo de las olas rompiéndose en la arena y veo mis ojos a través de los suyos.

—Decirte que te quiero ya no es suficiente—murmura apretándome más en sus brazos.

El cuerpo me cosquillea, mi pecho aletea y siento cómo mi corazón ha descubierto lo que sus hechos dicen. No son necesarias las palabras en este punto, nunca han sido tan importantes como las acciones.

De eso estoy completamente segura.

—Yo también te amo, Harry.

Me siento una oveja en medio de una manada de lobos. Tres pares de ojos me ven incrédulos y acusadoramente a la vez.

—¿Las mamás salvajes también lo sabían?—preguntan los tres al unísono anonadados.

—Si... ¡Si! ¡Ellas sabían todo, ellas son las culpables, enojense con ellas!

—Pues Evelyn no es una de las mamás salvajes así que estoy enojado contigo—enarca una ceja cruzándose de brazos.

—Retweet a lo de Zayn—lo imita Niall.

—Mía lo sabía.

—¡Perra traicionera!—grita ella en mi contra pero yo solo espero alguna respuesta a mi favor de parte de ellos.

—No pueden seguir así conmigo—hago un puchero tratando de hacer algún efecto a mi favor.

—Nosotros somos tus únicos hermanos—recalca Louis con tono receloso, su ceño fruncido y sus brazos cruzados, completamente disgustado, parece que olvida la buena noche que pasaron todos ellos con los gemelos.

—Por dos—repite Niall.

—Por tres—le sigue Zayn.

—Dejen su dramatismo.

—¡No te lo perdono!—chilla Niall señalando a su novia, quien solo abre la boca ofendida, antes de dar una mirada a quien está a mis espaldas—. ¡A ti tampoco!

Harry, quién ha permanecido en silencio, ahora sonríe de forma inocente con sus manos entrelazadas al frente cuando los cinco tenemos nuestra atención en él.

En ese momento el motor de un auto acercándose lo salva. El estacionamiento está ocupado por algunos autos, pero por supuesto la camioneta de Ian resalta por el tamaño.

—¡Niños!—nos saluda sonriente desde su asiento antes de bajar y abrir la puerta trasera, de donde saca en brazos a mi hermana agitando su manito en cuanto nos ve.

—Papá papasito—suspira Mía embelesada.

—Ya no me gusta nada ese apodo—refurfuña el rubio.