Half of me

Capítulo 47

Harry

Mis brazos aprisionando el cuerpo de Lía al mío por la espalda, impiden que se aleje de mí como está tratando de conseguir. Río escondiendo mi rostro en su cuello mientras caminamos en dirección a la sala de cine.

—Eres una celosa, suerte que no tenías manzanas al alcance—ronroneo en broma contra su suave piel.

—Oh, déjame en paz, Edward—se cruza de brazos soltando un bufido. Sonrío besando su sien.

—¡Vamos, tórtolos! ¡Mi trasero exige comodidad para comer mis palomitas!—nos grita Niall con la boca llena, que camina de espaldas para vernos. Sostiene la bandeja con dos cajas grandes de palomitas y dos envases gigantes de gaseosa, su cara se entierra en una de las cajas para saciar su hambre.

—¿Cuál trasero?—tose Mía fingiendo demencia con su codo en el hombro de Louis.

—Oh, cariño, te falta observar—avanza a paso rápido y se pone frente a ella, modelando su trasero vestido en jeans ajustados.

—¿Quieren apresurarse? La película está por empezar—se queja Zayn, quien lleva dos bandejas. Yo podría ayudarlo, pero abrazar a Lía para calmar sus celos es más importante.

Por nuestro bien, hacemos caso las órdenes del moreno. Llegamos a la sala que no se encuentra con tanta gente como ya lo suponíamos cuando escogimos los asientos en la taquilla. Los comerciales aún no comienzan, pero las luces ya están apagadas, hay mínima iluminación por las luces de las gradas, aún así podemos distinguirnos bastante bien.

—Zayn, no te veo—pronuncia Louis.

Apenas termina de hablar, podemos ver cómo Zayn toma como puede la bandeja de sus manos y lo empuja haciéndolo caer de trasero.

—¡Ay!

—¡Terremoto! Ah no, sólo fue tu caída—bromea fingidamente bajo un resoplido.

—¡Esa estuvo buena!—exclama Niall aún con comida en la boca.

Sin poder evitarlo todos reímos. Las horas pasan perfectas, Lía ya está bien, acurrucada en mi pecho bastante aburrida por la película de terror que hemos escogido, Mía está igual, roncando en el hombro de Zayn, este se encuentra encogido en su asiento, con los ojos casi saliéndose de sus cuencas y tapando su rostro de vez en cuando con su caja de palomitas. Es el único que las come, porque Louis y Niall las usan de proyectiles hacia el resto de personas en la sala.

¿Acaso podría existir algo mejor? La respuesta es un simple no.

Nunca me ha gustado el silencio.

Cuando tienes una vida ajetreada y pesada es lo que quizás más anhelas, pero ese no es mi caso. Tener de mejores amigos a cinco revoltosos siempre ha significado gritos y risas. Nunca hubo silencio entre nosotros, ¿cómo podría si el simple pasar de una mosca parece el mejor chiste contado en la historia? Me siento vacío al no poder escucharlos.