capitulo 11.

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—Haber, cambio de planes. — dice girándose y mirandome.—Tu y tu— señala a Andrew. — Volvéis a casa. OS cambiáis...

—Si Richy, se él procedimiento, lo e echo mas de una vez.— rueda los ojos.— Dile a tu madre que en media hora estamos aquí, seguro que lo entiende.

—Vale.

Todos salen del coche dejándonos a loa dos dentro salto al asiento delantero y me abrocho él cinturón aun sin saber él porque tenemos que cambiarnos de ropa.

Cuando él arranca él coche, yo conecto mi teléfono a los altavoces. Pongo en bucle mi canción favorita en estos momentos. "Te bote" remix. ¿Como se puede estar tan enganchado a una canción?

Le subo él volumen a tope y la canto disfrutando de cada letra.

Tampoco digo que me gusten las canciones machistas, pero creo que esta cancion no es muy machista. Y además es una pasada.

Después de siete minutos de canción va otra de las de fiestas en España, tengo una playlist llenita de esas canciones. Ya que por alguna razón que desconozco los altavoces se oyen mas altos conectados a un IPhone y era la única con uno, le bajo él volumen.

—¿Porque tenemos que cambiarnos?— pregunto cruzándome de piernas.

—Porque no puedes ir vestida así. Si solo fueran sus padres aun, pero está toda su familia,— traga duro— y te aseguro que si te vieran con esa ropa no entrarías ni por la puerta.

—y¿Poque te tienes que cambiar tu?

—Tengo que dar mejor impresión que tu.— se encoje de hombros.

—Y eso porque?

—No seas pesada anda. — apaga él coche.

¿Ya hemos llegado?se me a echo rapidísimo.

Él me abre la puerta de casa y subo a mi habitación. Saco un mono de pantalón corto, de color negro con un cinturón negro, lo conjunto con uno tacones negros y me arreglo un poquito él pelo.

Lo tenia bien. Pero bueno.

Salgo de mi habitación y entro en la de Andrew.

Supongo que él esta en él baño. Ya que no esta en la habitación.

Cuando entra me repasa de arriba a bajo. Yo hago lo mismo.

Va sin camisa. Pero eso no es lo que me llama del todo la atención. Lleva puestas unas gafas que le quedan de infarto.

—¿A que vienen las gafas?

—Pues a que si no las llevo no veo casi.— se encoje de hombros. —¿Algún problema?

—No,no. Ninguno— me levanto. —Asi bien?

—Si. Yo creo que vas bien. — coje la camisa, la americana y las llaves del coche.—?Sabes conducir?

—Bueno, haber...si digamos que si.

—¿Tienes carnet?

—No.

—Bueno, iremos a la aventura.— se encoje de hombros lanzándome las llaves.

Por suerte las cojo.

Primera vez que mi torpeza no me delata.

—No tenemos que hacerlos esperar mucho, y de que llegemos son diez minutos, demasiado. Así que acabare de vestirme en él coche.— se encoje de hombros echando a andar.

Lo sigo.

Después de bastante tiempo conduciré, espero que este coche tenga automático.

Al subirme compruevo que si. Menos mal.

Unos minutos después por fin llegamos, sin lesiones ni nada grave, solo que e asesinado a una avispa, se a quedado la marca en él paravrisas, que asco.

—Haber, ahora, Actúa normal— murmura mas para él que para mi.

Lo miro extrañada.

¿Que le pasa a este chico por la cabeza?

Yo llamo a la puerta, ya que él se esta repeinando mirando a la pantalla de su móvil.

—Porfin llegáis!— exclama una señora rubia de unos cincuenta años.

—Hola, soy Loren— saludo.

—Encantada. Eres muy guapa.

—Gracias.— sonrió.

Esta señora es adorable.

—Buenas Andrew, no me saludes— dice poniendo los brazos en jarra.

—Hola, hola. ¿Estan?

—Si. Tómatelo con calma. Como siempre. Son amigos de la familia, no la cagues, como ya hiciste.— advierte.

—No pienso abrír la boca— dice.

Los dos pasamos y entramos en la cocina, donde están todos los chicos.

—Veo que OS habéis arreglado.— dice Zed. — Quitate las gafas hombre.— rueda los ojos.— No tienes que parecer mas estúpido de lo que ya eres.

Suelto una carcajada.

Ese es mi Zed. Lo voy a nombras mi BFF.

Él se las quita y las guarda en uno de los bolsillos de la americana.

En mi opinión le quedaban bien. Pero que haga lo que quiera.

—Venga todos a la mesa!!— grita la madre de Richard.

Richy me rodea los hombros con su brazo y me dirije al comedor.

—Hola papa, que coincidencia— digo dándole dos besos— estamos cenando en él mismo sitio. Él mundo es un pañuelo ¿No?

—Perdon, era una sorpresa. — ruedo los ojos.

Aparto la vista y me fijo en un señor alto de pelo blanco trajeado que no se quien es.

Pero él padre de Richard no es.

Detrás de él una melena rosa se mueve, pero no logro ver quien es.

—No te enfades Loren— dice mi padre.—Era una sorpresa.

—¿Porque iba a enfadarme?— me encoje de hombros. —¿Porque mi padre venga a la ciudad y, primero no venga a verme ni avise y segundo, que no me digas que Richard es mi primo? Pero ya hablaremos de eso, no quiero montar una escenita.

Vuelvo a mirar a las personas de antes, pero ellas me están mirando ahora.

Mi corazón empieza a latir a mil y me quedo paralizada.

¿Que hacen aquí? Haze muchísimo que no los veo.

Quiero abrazarlos. Pero sigo en estado de Shock.

¿Por eso papa no me dijo nada?

Atrevete a olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora