Capitulo 21.

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Andrew le pega a una de las paredes de la casa sin descanso.

Me acerco rápido a él y intento que pare, pero parece casi imposible.

—Andrew, para! Te estas rebentando los nudillos.

Me coloco entre Andrew y la pared temiendome lo peor. Pero así soy yo de temeraria.

Cuando me ve ahí deja de dar golpes. Solo me mira.

—Inhala, exhala, piensa en algo bonito. — digo en voz baja.

—Eso no funciona— se ríe suavemente.

—No importa. Lo importante es que dejes de pegarle a la pared.— sonrío.— ahora te llevaré a un sitio.

Le cojo las llaves del coche del bolsillo y me apresuro a sentarme donde él piloto. Él se sienta a mi lado mirándose los nudillos ensangrentados.

—¿Donde vamos?

—Ya veras.

Amie me enseñó un sitio donde hacen boxeo, y esta abierto 24h al día. Así que si hace falta, ahora mismo iremos allí y Andrew le pegará al saco, haber si así se relaja mas que pegándole a la pared.

—No tendrás una camiseta de manga corta allí detrás verdad?— pregunto desviando la vista un poco

—Puede.

—Perfecto.

—Para que?

— ya veras.

Veinte minutos después llegamos al pequeño local. Los neones resaltan en toda la calle, pero no tiene pinta de que haya alguna persona.

Y como había pensado, él lugar esta completamente bacio. Solo él chico del mostrador.

Le pido la llave del vestuario de Amie y la de James.

—Coge algo de ropa de él, luego le explicaré a Amie y ya está— asiente yéndose al vestuario de los tíos.

Cojo unos pantalones cortos y un top deportivo, me pongo la camiseta y salgo al ring.

—¿Porque me has traído aquí?— pregunta detrás mía.

—Es mejor que le pegues a un saco que a una pared— sonrío.— así bajo la comida de Rosaline. Habré engordado cuatro kilos.

—Estas Perfecta esta noche. Y todas— murmura por lo bajo, pero llego a oírlo, y no puedo evitar sonrojarme.

—Yo lo sujeto, pero no te pases dandole tampoco tengo tanta fuerza.

—Sisi. — asiente envolviéndose las manos con unas vendas.

Lo hace con tanta rapidez que parece que lo hubiera echo miles de veces mas.

De fondo suena "Shape of you" de Ed sheeran.

Él empieza a darle al saco, pero estaba claro que iba a darle demasiado fuerte, así que me doy por vencida y dejo de sujetarlo. Me quedo mirándolo.

Parece que esté dejando todas sus frustraciones en él saco chafadas. Lo hace con tanta naturalidad que me quedo enbobada viéndolo.

Las gotas de sudor caen por su frente cuando ya a acabado y se sienta a mi lado.

—¿Ya estas mas relajado?— pregunto.

—Si. Estoy mejor— asiente.

—Apestas ¿Lo sabias?— me levanto de un salto.

—Gracias. Hace dos meses que no me ducho.— sonríe.

—Pues ya puedes ir haciéndolo. Te espero en él coche.

Me cambio rápido de ropa y salgo despidiéndome del chico del mostrador. Me siento en él asiento del copiloto, enchufo la radio para hacer mas amena la espera.

No tarda ni diez minutos.

—Que rapido— digo cuandos se sienta.

Sacude la cabeza cual perro haciendo Que varias gotas de agua me caigan encima.

—Soy Flash.— se ríe.

—Veo que ya estas de buen humor.

—Lo estoy desde que e salido de esa casa.— asiente— voy a enseñarte una cosa. Vas a flipar.

Arranca él coche y en menos de lo que canta un gallo llegamos al piso que me trajo días atrás.

Al entrar en él piso me dice que espere en la puerta, aparece con dos amacas y una bolsa colada al brazo.

—¿Puedes coger esto plis?

Asiento cogiendo una pequeña plegable.

Subimos hasta él terrado, donde se puede ver toda New York.

Coloca las dos tumbonas una al lado de la otra, la mesa entremedias de las dos y de la bolsa saca dos cervezas.

—y esto?— me río sentándome.

—Para darte las gracias— se encoje de hombros.

—A mi? ¿Porque?— bebo un trago.

Observo las luces de esta preciosa ciudad, es preciosa, ahora entiendo porque es la ciudad que nunca duerme. Las luces, los coches, hay tantos como si fuera hora punta. Esto es precioso.

—Yo fui la que te "obligué" a ir a ver a Frank, y no es que haya salido perfecto.

—Eso no importa— se encoje de hombros.— lo que importa es que tu lo has intentado por mi. Y bueno, yo creo que ni un loco se metería entre mi y una pared cuando estaba tan cabreado como lo estaba. Y bueno, eso a sido un bonito gesto.

—Tu me pediste que lo hiciera, además, lo hice mas por Nathaly, la vi asomada en la ventana mirándote, y pues me sabio mal verla con aquella cara, trsite y asustada.

—Lo importante es que lo hiciste y que gracias a ti no me e roto las manos, sino, ¿Como haría los examenes? Orales? No, imposible, no puedo camuflar él pinganillo, prefiero las chuletas de toda la vida.

Suelto una carcajada, en la vida me e echo yo chuletas.

—Me ha faltado algo— dice levantandose.

Desaparece por la puerta, y a los pocos minutos vuelve a aparecer con un altavoz enorme, que conecta al móvil. En él empieza a sonar "Perfect" de Ed Sheeran.

—Me concedes este baile?— se inclina haciendo una reberencia.

Lo miro riendome.

—Claro.

Nos mecemos descompasados de la musica riéndonos a pleno pulmón, hace mucho que no bailo con un chico así de pegados.

Al final él baile queda renegado en absolutamente nada. Los dos parados y abrazados.

—Gracias.— susrra apoyando la cabeza encima de la mia.

—Ya te Cobraré él favor no sufras por eso.— digo de coña.

—Destrozando momentos románticos desde que naciste— se queja riéndose.

Esas palabras me dan un escalofrío por toda la espalda.

Me esta pasando algo que no quiero que suceda.

Y me estoy asustando.

Atrevete a olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora