Atrevete a olvidar

Capitulo 18.

Rasga la carta murmurando barbaridades, que ignoro. Odia al tio que se la a escrito.

—Vamos a ver— bufa, estirando él papel.

Lo hace tan bruto que casi lo rompe.

—Hola Andrew, ¿Que tal? Bla,Bla,Bla...

—Leelo bien anda— ruedo los ojos.

Me acomodo apoyada en la moto. Esto va a ir para largo.

—No se si habrás leído mis otras tantas como estas— se aclara la voz— Podrías haberme respondido, o incluso dar señales de vida. Me resulta muy triste y estúpido tener que consultarle a Beth sobre ti. —Rueda los ojos— Tu si que me pareces estupido— le ladra a la carta

—Andrew— me rio— es una carta, él que la a escrito no te a escuchado.

—Da igual. Así me desestreso.— se aclara la voz— Beth es mi tía.

—Yaya, lo sabia, la camarera. — asiento.

Él me mira y después empieza otra vez a hablar.

—Esta vez procuraré hacer lo que sea posible para que vengas a verme. Tenemos que hablar...— Su voz cambia de fastidio a asco.— porque a pesar de todo eres mi hijo. Y aunque me evites yo se todo lo que haces. — bufa— prefecto, ahora eres un espía. — ruedo los ojos. — este sabado, osea mañana, según cuando estés leyendo esto, pero para mis cálculos, y rezando un poco, lo estarás leyendo él viernes, y quiero que vengas a cenar a mi casa. Quiero que arreglemos todo. Quiero que aunque no me quieras como un hijo a su padre, me gustaría que no me odiaras, y me acompañarás en uno de los días mas felices de mi vida, porque quieras o no tu eres mi hijo, y solo quiero lo mejor para ti.

Arruga la carta tirandola al suelo.

—Ni de coña.— me ladra— No me mires así. Loren. No. Lo. Voy. A. Hacer. —Niega efusivamente.

—Andrew, enserio, ese hombre no puede haber echo nada tan, tan, tan, malo como para que no quieras ir a cenar a su casa.— le excuso.

Todo él mundo deveria querer a sus padres, al fin y al cabo, no todos los tienen.

—¿Que no? — dice abriendo muchísimo los ojos.

No cabe en mis palabras.

—Ese señor— señala a la nada— Me abandonó, a mi y a mi madre, cuando yo tenia diez años. Y le pegaba a mi madre. ¿Eso no es lo suficientemente malo?— dice alzando la voz

—Si, si lo es, pero no grites, yo no tengo la culpa.

—Pero joder, es que me fastidia mucho. No se arrepintió, no nos dijo absolutamente nada. Una simple nota tres años después de que marcharse. — se estira las puntas del pelo, impotente. — No vino ni a verme despues de todo lo que pasé.— bufa— Y hace un año i medio empezó a bombardearme con notas y mensajes, cartas... Porque se dúo cuenta que yo estaba bajo su "Cuidado"— hace comillas con las manos. — Es un gilipollas si cree que iré a verlo a él y a su nueva familia perfecta.  Porque por su culpa la mía esta rota.

Despues de decir eso se aleja de la moto dejándome con la palabra en la boca. Aunque tenga la curiosidad de preguntar que es lo que pasó para que se queje de que su padre no fue a verlo, no voy a preguntárselo, porque a pesar de todo, respeto la vida personal de cada persona.

Camino a pasó rápido detrás de él.

—Pero eso no quita que sea tu padre. —digo intentando que pare— y como alguien que tiene experiencia, se que padre solo hay uno, hasta un momento pensé que no tenia a ninguno aun teniendo a Jonh.

—No es lo mismo— se para de golpe haciendo que me choque con su espalda. Se gira y me mira— se que tu eres adoptada y eso, pero no se parece en nada a eso.

—Pero...

—No hay peros— bufa.

—Andrew, no puedes no ir...

—¿Porque? Haber dame tres razones. — se cruza de brazos.

—Pues.... Porque,— me lo pienso antes de hablar ¿Qque puedo decirle?— primero, alomejor ha cambiado, segundo, alomejor te quiere pedir persona por todo y tercero, porque es tu padre.

—La tercera no me vale. — camina con dirección a la moto.

—Tenia pinta de que quisiera decirte algo importante. — digo cruznadome en su camino.

—No me interesa lo que tenga que decirme.

—Venga... No pierdes nada yendo.

—Pierdo mi tiempo y mi paciencia.

—No seas así hombre.— digo notando la angustia subir por mi pecho. —No se por lo que habrás pasado — me observa atento— pero, —Suspiro— desde mi punto de vista mis dos padres, Jonh y Miguel, él de España, — aclaro— son las dos personas mas importantes, sin contar a mi madre, de mi vida. — noto mis ojos aguarse.— Cuando pasó lo de colton — se me hace un nudo en la garganta— ellos fueron los que mas me apoyaron, uno de ellos a miles de quilómetros de mi, y él otro después de no haberme visto en casi cuatro años, y de que yo no lo recordara. — me seco una lágrima.

Esto me da mucha impotencia. Yo no podría odiar nunca a mi padre, y no quiero que él lo haga, algún día su padre no estará y se arrepentirá de no haber arreglado las cosas.

—Con esto no te quiero dar pena, porque bueno, ya la doy a cualquiera que sepa mi historia— me rio— pero quiero que te des cuenta de que al final, cuando tu padre ya no esté te arrepentirás de no haberlo arreglado con él.

—No me arrepentiré.

—Si que lo harás, — digo elevando la voz— deberías deberselo todo a tu padre, sin él no estarías aquí, y si, OS ha echo daño a ti y a tu madre, lo siento, pero, la gente cambia. Y puedes darle una oportunidad. No te pido mas, solo una, al final de todo no pierdes nada.

Sorbo los mocos. ¿Porque me toca tanto este tema?

—No llores anda— dice acercandose a mi.

Bajo la cabeza.

—Mi padre no se mereze tus lágrimas. —Me limpia las lágrimas con su pulgar.— Le daré una oportunidad, pero no por ti. —Recalca— por mi madre. Pero no llores anda.

Sonrió, aunque no me haya creído eso de que no lo hace por mi, se que alomejor lo arregla con su padre, y estoy orgullosa. Nadie tendría que estar peleado con sus padre. A fin y al cabo ellos te han dado la vida.

Lo abrazo feliz.

—No, no, no—Dice separandose— tu vendrás.

—¿Que?no— niego— yo no me meto en temas familiares.

—Ya estas mas que metida princesa, te jodes. — me da un toquecito en la punta de la nariz.— ¿Nos vamos a casa?

—Si por favor. Estoy agotada. No pienso volver a una de tus estúpidas carreras.

—Ya sabia yo que habías venido a verme.

—Tus ganas.— ruedo los ojos.

—Muchisimas.— me guiña un ojo antes de ponerse él casco.

Perfecto, otra vez a subirse al demonio con ruedas.