Cuando el sol cae al abismo, degollado su sangre corre lentamente.
Su agonía se apacigua entre las nubes y el dolor es calmado por el viento.
Son sus rayos la última llamada, un último grito en el umbral nocturno y su mirada de fulgor pareciera castigar con furia a los que huyen.
Al momento del sol ceder su fuego, entregar la corona y traslucir su brillo.
Al instante de mutar el oro a plata, de la alquimia hacer brotar estrellas y con lazos siderales unir la noche al día.Perseguir al sol en su caída, dejar que mudé y se convierta en el reflejo de un recuerdo que tormenta.
Y gritar. Sea bienvenida así la noche. Sean bienvenidos los delirios y la culpa que me acecha, aquellos gritos que no cesan y abuchean mi rareza.
¡Tomen su boleto, espectadores¡
Tomen su lugar y miren con frialdad el retonar del sol y su reinado de traición.El comenzar del día y del despertar forzado, dando muerte a la esperanza con el sol que me delata.
Voy a implorar una vez más, en las mañanas, que el sol me lleve en llamaradas.
Que me queme y al quemarme el me ayude y me esfume para no sentir más nada.
Para dejarle las penurias a la atmósfera luctuosa y que lleguen a la luna para fingir que ella me escucha.
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Poemas De Un Mal Poeta.
PoetryLetras, versos sin más sentido que los propios sentimientos.