Gris.

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Otra vez, ¿Tú aquí?
Allanas en mi habitación, de noche y en silencio. Tus pasos hacen vibrar el suelo, ondulaciones lúgubres al acercase tu presencia y los rasguños en mis paredes denotan la inestabilidad de mi conciencia.

¿Qué quieres, qué buscas?

Me inundas con este sentimiento, me aguardas y esperas tan inerte, ¿Tus motivos? Para mí, desconocidos.

¡Vamos!. ¡¿Qué esperas?! Ven, destruyeme, destrozame y observa mis cenizas, triunfadora.
Ven y sopla sobre ellas o guárdalas para mantenerlas a modo de medalla.

Acércate Soledad, cúbreme con tu manto y dame un suspiro de tu aliento
Entrégame la llave, dame un poco de aquella tu esencia encantadora.
Encierrame, hazme dormir eternarnamente o solamente déjame que olvidé.

¿Qué haces aquí? ¿Por qué ahora tan nociva? Cuando yo antes te sentía tan amiga.

Dime, Soledad, sí es que es mi destino ser tu efímero portador y tú mi eterna acompañante...

Poemas De Un Mal Poeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora