Poemas De Un Mal Poeta.

II

Sigo el compás de tu mirada.
Corto la armonía de tu solfeo pero recuerdo que necesito una batuta para continuar con la sinfonía.

Tenso las febriles cuerdas de un viejo instrumento, afinó acordé al adiestrado oído.

Continuo desfilando, concentrado y atento a tus facciones que dominan mi cólera y controlan mi alma.

Hallo en tus ojos cubiertos de cristal la tranquilidad de un redondo silencio.

Exasperado busco la melodía que me haga continuar tocando, orquestando en mi interior mil melodías que no logran reemplazar los latidos de tu corazón.

Negros cabellos que marcan la pauta de una hermosa partitura, notas que brotan del suave movimiento de mis dedos guiados por las emociones que en ti se encuentran.

Avanza en clave el Sol mientras que los sonidos se cortan entre silencios seguidos de corcheas, blancas y negras.

Ejército de mil notas escritas en pos de tu presencia, que inspira melodías, canciones y sonetos.