Poemas De Un Mal Poeta.

Entierro.

Resguarda mi corazón el luto y a la vez se resiente fresca tu partida.

Tus recuerdos se tornan nublados como aquel día y se empañan con el vaho que escapa de un suspiro. Quizá aún no sea el momento pero el desván ya luce con cenizas y poco a poco tus valijas se van tornando ajenas y ya solo conservo una fotografía.

Mantiene mi alma los vestidos negros y el compás permanece en asincronía.

El eco del polvo lúgubre y el crujir de mil pisadas, en aquel sendero estrecho, se vuelve a instantes muy cercano y se corta de repente por la estocada de una pala.

Aún se saborea la amargura y el rechazo a una verdad absoluta. Y tu sagrado beso permanece y tu imagen de persona estática y fría muchas veces me tortura, es quizá cómo me decías: que la muerte le llega a todos pero no todos tienen el gusto de recibirla tan tranquila.