Porque tu no estás.

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I

Y surgió tan de repente como surgen estas letras.
Emergió tan imponente con el sabor insípido en sus labios.
Rozaba así tus dedos pero tú los mantenidas alejados.

Te pretendía entre miradas, sonrisas y el toque a tus cabellos.
Atendía entre tragedias, dramas y cuentos de mañana, aquella mi esperanza adormecida que ignoraba las saetas.
¡Cuán potentes fueron las llamas que encendían así mi ira!

Y sólo basto, de entre tantas, una sola verdad.
Y sólo basto y fue de sobra, cayo inerte y pretenciosa.
El fin de un comienzo dudoso, el as que la casa guardaba, el fin de los sueños mal sustentados y el inicio del sanar amargo.

II

He ahí la soledad al encuentro mío en una esquina, he ahí tan familiar con un tallo ya sin hojas y con pétalos de espinas.

He ahí la soledad, he ahí la espera y el esperar que esto nunca llegue, he ahí la compañía que en sus brazos lleva tatuados los recuerdos.

He ahí la soledad, he ahí el sonoro silencio de sus pasos, la triste presencia de su vestido y la indiferente mirada ante mi vida... He ahí.

Y he ahí la soledad, la que tanto he buscado y que ahora me vuelve loco.
He ahí su compañía que erosiona, sus susurros que traicionan, los engranes que rechinan y la voz que nada dice.

He ahí la soledad que en nada limitaba, he ahí la soledad en la que yo mismo me encerraba, he ahí la soledad poseedora de la llave y he ahí el último haz de luz que por la rendija escapa...

Poemas De Un Mal Poeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora