¡Oh mujeres del barro rojo! Qué entre sus manos de artesanas moldean el lodo con maestría.
Ustedes, alfareras de la tierra, que alimentan el fuego de su horno con la leña que cargan en la espalda.
Qué en sus arrugas guardan el saber de sus abuelos y por su sangre corre la osadía de aquellos guerreros que hoy alimentan sus vasijas.
¡Oh artesanas de la naturaleza! Y también madres incansables que con barro han de levantar a sus niños.
¡Ay de nosotros! De nosotros y nuestra indiferencia que lentamente asesina nuestro suelo. Pero ustedes, mujeres de barro y fuego, con sus manos moldean la esperanza de su pueblo.
Observen y vean la aspereza en sus dedos y la fortaleza en sus brazos, sus cabellos como acero y tan negros como el primer día en que surgieron.
Guardan juventud en su corazón, de sus voces emanan generosidad, en sus suspiros exhalan fortaleza y en su candida sonrisa reluce la ternura.
¡Oh mujeres del barro rojo! Qué injustamente cambian el sudor de su frente por un poco de maíz y frijol.
Ay de ustedes, guardianas de las tradiciones, que por tradición habían de ser criticadas. Pero, ¿Quién habla de censura ahora? Nadie y son solo los susurros de cobardes los que quedan y hierva su sangre y alma por verlas en el triunfo.
Cuánta resignación se ve en sus ojos y cuánta alegría se mezcla en ellos al recordar el sufrimiento ya pasado.
Oh mujeres del barro rojo, de fuego, de leña y de semillas en la tierra. Mujeres de lengua nativa, de un zapoteco que agoniza y grita al mundo de su muerte.
Mujeres en el arte de sus ancestros y que moldean sobre barro la grandeza de su pueblo. Sean ustedes recordadas y su trabajo sea honrado dignamente.
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Poemas De Un Mal Poeta.
PoesieLetras, versos sin más sentido que los propios sentimientos.