Sentia como despertaba de un largo sueño, lo ultimo que recordaba era estar con Clarke en su habitación mientras ella se desangraba, Clarke, escuchaba su voz vagamente a la distancia, escuchaba como decía a alguien que tenían que despertarla, sentía la desesperación en su voz y ella quería moverse, ir a donde ella estaba y darle consuelo, pero no podía, sus músculos no le respondían, estaba atrapada en su propio cuerpo, podía sentir el agua a su alrededor,¿ en donde se encontraba?,¿ por que no estaba en la ciudad de los comandantes? ¿Por que Clarke estaba llorando? ¿lloraba por ella?¿Por que tenia que ver al rey de Azgeda? Lexa quería gritar, quería gritarle con todas sus fuerzas a Clarke que no se fuera, que la escuchaba, que estaba con ella, pero no podía.
Sintió como poco a poco volvía a tener dominio de su cuerpo, lo noto por que comenzo a mover sus dedos uno por uno, era un movimiento casi imperceptible pero ahí estaba, escuchaba como alguien, una mujer, decía que tenia que volverlo a intentar, que no iba a dejar que Clarke se sacrificara de esa manera ¿Que sacrificio tenia que hacer ahora Clarke? ¿En que problemas se habían metido esta vez? escucho como la chica gritaba de frustración, ¿Que la tenia tan frustrada? ¿Que estaba pasando? Ahora podía mover sus pies, el control volvía a ella, Lexa quería despertar, necesitaba despertar, otro grito de frustración, cosas cayendo al suelo, un vago recuerdo de ella y Clarke en la ciudad de La Luz llegaba a su mente, empezaba a recordar como ella y Clarke se habían encontrado en ese lugar después de su muerte, ¿estaba muerta? ¿por eso no podía moverse? no podía ser, si estaba muerta por que tenia conciencia, sintió un nudo en el estomago, pocas veces sintió esa sensación, solo la sentía cuando estaba cerca de Clarke o cuando estuvo la primera vez con Cosita, eran nervios, ella no debería tener esa sensación, ella era la comandante, ella tenia nervios de acero, escucho un ruido fuerte, y sintió como el agua comenzaba a descender, un grito de victoria inundo el lugar, sintió como quedaba colgando y como unas manos frías tocaban su cuerpo para bajarla, por un momento se sintió ahogada, no podía respirar, quería decirle a su cuerpo que lo hiciera, pero este seguía sin responder, sintió como las manos apretaban su pecho una y otra vez, tengo que poder, se decía, escuchaba como la voz de otra mujer la animaba a hacerlo, era una mujer mayor, ella y la otra chica estaban con Lexa intentando que esta despertara, escucho que una de las mujeres menciono el nombre de Clarke y fue ahí cuando abrio los ojos y por un momento se encontró con unos ojos castaños que la miraban desde arriba, vio un techo abovedado inundado de tenues manchas de luces rojas y después todo se volvió obscuro.
Clarke se encontraba de camino a la casa para hablar con Roan, se limpio las lagrimas pero era inútil estas no dejaban de salir, la decepción de no poder traer a Lexa de regreso la inundo por completo, ella amaba a Lexa, quería que volviera y no lo había podido lograr, ahora tenia que salvar a su pueblo una vez mas y para eso tenia que contraer matrimonio con Roan, ella sabia desarrollado cierto aprecio por el Rey de Azgeda, pero solamente aprecio, el pensar en contraer matrimonio con el no le atraía, pero estaba cansada de luchar, estaba cansada de ver a sus amigos morir, ya no tenia fuerzas para estar en otra guerra, a si que esa le parecía la solución mas viable, se bajo del Rover y vio a Roan en la entrada de la casa, se acerco lentamente a el.
-Y bien?-pregunto- pudiste encontrar a otro comandante?
Clarke nego con la cabeza-estoy aquí para aceptar tu oferta Roan.
Roan asintió y le tenido la mano donde se encontraba un anillo el cual Clarke tomo
-Partire mañana a primera hora rumbo a Azgeda para hacer el anuncio y hacer los preparativos-dijo-Deja todo en orden aquí y después iré por ti a Arkadia.
-Por que no puedo verte directamente en Azgeda?
-Es parte de la ceremonia princesa-dijo Roan- Preparate, serás la futura reina de Azgeda.
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Sin Fronteras-Clexa
FanfictionClarke y Lexa están destinadas a estar juntas, ellas siempre se encontraran, incluso cuando algo tan grande como la muerte se interpone entre ellas.