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La habitación de Marinette podía estar pintada de rosa y tener mil decoraciones del mismo color, pero eso no significaba que se sintiera bien estar ahí. De vez en cuando, Bridgette y Marinette se pasaban pañuelos discretamente cuando veían que la otra había comenzado a llorar en silencio. Bridgette ya había bebido varias pastillas para el dolor de cabeza y Marinette evitaba que ella pudiera beber más o mezclarlas con cafeína. Tikki estaba callada, ya había dicho todo lo que consideró correcto y no sintió que fuera bueno que siguiera insistiendo en que las chicas se sintieran bien, porque lo cierto es que no había nada bueno en aquella situación.

—Quizás haya algo que las anime un poco —dijo Alya, entrando por quinta vez a la habitación para ver cómo estaban—. Estoy saliendo con Nino.

—¿De verdad? —dijo Marinette.

—Ya lo sabía —dijo Bridgette—. Desde que vi cómo se puso cuando desapareciste. Era eso o que en verdad estaba perdidamente enamorado de ti.

—¿Y cómo yo no pude notar eso? —preguntó Marinette, llevando sus manos a sus caderas.

—Porque eres más ciega que un topo —espetó Bridgette, y Alya comenzó a reír.

—¡No es cierto!

—Lo es, Marinette —dijo Tikki.

—A ver, ¿y tú kwami de quién eres?

—Me alegro mucho por ti, Alya —interrumpió Bridgette, sonriendo con tristeza—. Ustedes son geniales.

Entonces Alya la miró y supo que algo más estaba pasando, algo además de haber perdido a sus padres.

—Brid... —comenzó a decir.

—También algo pasó —dijo ella, y Marinette dejó de discutir con Tikki y la miró seria—. Ayer, en el festival, Félix...

—Ay no —comenzó Alya—. En serio, tengo que partirle la cara a ese...

—¡No! No es nada de eso, sólo... —soltó un suspiro y sacó la foto del bolsillo. Ellas observaron la foto como si estuviesen viendo la piedra filosofal(1) actuar.

Yo te amo más —leyó Marinette en voz alta—. Bridgette... ¡Te ama! —y soltó un chillido, al que se le unió Alya.

—Sí, me ama y se ha marchado —dijo Bridgette—. Se estaba despidiendo.

—¿Qué?

—Quizás no es lo que piensas —le dijo Alya—. Félix estaba en último año, ¿recuerdas? Lo que significa...

—Oh, por Dios, sí —dijo Marinette—. Ahora va a la universidad.

Bridgette sintió como si le hubiesen arrojado una de las pesadas cajas en el pecho. ¿Por qué no pensó en eso? Se estuvo torturando pensando cosas que no tenían sentido pero estaba temerosa de descartar. Ni siquiera prestó atención a las cosas que empacaba, era como si estuviese en modo robot. Y ahora todo parecía tener sentido... más o menos.

—Aún así, ¿por qué no decirme y ya? —dijo Bridgette.

—Porque es un Agreste, y los Agreste son reinas del drama —dijo Alya, haciendo que Marinette riera.

—Pues, el director Agreste no se ve tan dramático. Más bien parece que le puedes pellizcar y ni lo sentirá —dijo Bridgette.

—Una vez Adrien me dijo que armó toda una escena porque se encontró una cana —dijo Marinette.

—¡Eso no tiene sentido! —dijo Alya—. ¡Su pelo es rubio platino! ¿Cómo saber si es una cana o no?

—Yo diría más bien que su pelo es un rubio beige —dijo Bridgette—. O un rubio champaña...

¿Quién es Hawk Moth? [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora