¿Quién es Hawk Moth? [#3]

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Bridgette se las apañó con algo de dificultad para salir de la mansión Agreste. Esa agilidad que Félix había demostrado cuando trataba capturarla parecía haber desaparecido parcialmente. En el momento en que salió de la casa y el sereno de la noche pareció marearse, como si su sistema se estuviera adaptando al aire limpio. Ambos estaban tan apañados en salir de ahí que ni siquiera pensaron en por qué la alarma sonó luego de tanto tiempo.

Cuando llegaron a la residencia Dupain-Cheng, Félix no hizo preguntas. Miró la panadería, en donde una de las puertas había sido reemplazada por una gran lona azul. Ella lo hizo escalar hasta la terraza, fue una discusión muda en donde ambos se miraban fijamente, él claramente diciendo "¡no pienso hacerlo!" y ella insistiendo "¡sube o te las verás conmigo!", así que poca opción tenía Félix.

Al subir tropezó y casi cae de boca contra el suelo, pero Bridgette fue hábil y logró agarrarlo por el cuello de su camisa antes de que impactara; un estruendo como ese podría despertar a sus tíos.

Félix logró bajar por la buhardilla con discreción, algo que Bridgette consideraba que sería misión imposible. Una vez en la habitación ella encendió la luz de inmediato y casi se infarta al recordar el desastre que había allí. Las cosas que Marinette había sacado con prisa para llevarse y al final no entró en su modesto equipaje estaban mezcladas con ropa que Chloé había descartado y poca cosa que Nathalie igual dejó atrás; encima habían varias cajas repletas de papeles y cachivaches que le habían enviado hace unos días. Ella los había abierto a duras penas, pero no había sacado nada de allí. Todo eso pertenecía a sus padres, estaban en su casa en Shanghái y habían decidido enviárselas a ella, aunque poca gracia le hacía. Tal vez por eso sus tíos le habían dado tanto espacio en los últimos días y de momento eso le iba de perlas ya que había metido a un polizón en su casa.

—Bridgette —dijo Félix mirando alrededor, juzgando en silencio—. No creo que sea bueno contarle a...

—Creo que es necesario recordarte una vez más que no soy estúpida —dijo ella, mirándolo con mala cara—. Si le dijera a mis tíos que estás aquí hay una gran probabilidad de que llamen a tu padre porque, obviamente, no te encuentras en Londres. Y de nada serviría que se enteraran de que acabo de cometer allanamiento de morada.

Ella se terminó de quitar su abrigo, los gogles y cinturón. El gancho y la cuerda los dejó en la terraza. Félix la miraba atento, ¿acaso ella estaba pensando...? Bridgette se quitó las botas y las guardó, pero luego se sentó en el diván de Marinette, pensativa.

—Duerme en la cama de arriba —dijo ella—. Marinette tiene un lavabo en la esquina. Haznos a ambos un favor y lávate la cara.

Él hizo lo que ella decía en silencio, sintiéndose sumamente extraño. De un momento para otro sintió que estaba frente a una extraña.

—Bridgette...

—Tenemos mucho de qué hablar. —ella lo miró fijamente—. Necesito que entres en detalles con eso de que... de que tu papá es Hawk Moth...

—Él no es...

—También necesito saber qué hacías con un árbol genealógico de mi familia y encima que me expliques por qué dices que mi familia es una mentira. Tenemos mucho de qué hablar... pero luego. Es de madrugada, estamos cansados y, francamente, estás hecho un desastre. Así que duerme por ahora. Luego veremos que podemos hacer.

—De acuerdo —respondió él, tratando de sonar firme.

Ella buscó entre su neceser unas pastillas, él la miró con el ceño fruncido.

—Antialérgicos —fue lo único que dijo.

Él se tragó las pastillas con agua. Se quitó los gastados mocasines que llevaba. Estaba dispuesto a subir pero justo en el escritorio de Marinette notó algo: los aretes que Bridgette utilizaba para convertirse en Lady-2. Mirándolos bien, notó que ella siempre los había traído puestos en el instituto, pero ahora ¿por qué no los llevaba? También varados ahí estaban en celular de Marinette y de Chloé, y el reloj inteligente de Nathalie.