Marinette sintió que no durmió nada. Se despertó varias veces durante la noche, pensando que cuando abriera los ojos nuevamente Nathalie ya no estaría allí. Se la pasó confirmando lo equivocada que estaba, viendo a su tía suspirar entre sueños. Cuando volvía dormirse se sentía como si realmente diera un parpadeo, y justo cuando miraba al reloj se daba cuenta de que no, no había cerrado los ojos cinco minutos, sino que había dormido hora y media. Miró el reloj nuevamente la última vez que despertó. Eran las 11. Se alarmó tanto que se levantó sobresaltada, ignorando las risas en la habitación.
—¡Casi medio día y nadie me despierta! —se quejó ella, bajando las escaleras de su cama, cuando lo notó.
Bridgette y Tikki bromeaban sobre algo, y Nathalie las observaba con atención, aunque una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios. Las tres giraron ante la presencia de Marinette.
—No quisimos despertarte, Marinette —dijo la kwami—. Como no podías dormir bien anoche...
—¿Quién? ¿Yo? Yo... pfff, no yo... Yo, ah, dormí perfectamente —balbuceó Marinette sin convicción, sintiéndose como Peter Quill.
—Claro, y yo soy Freddie Mercury —bufó Bridgette—. Deberías bajar a desayunar... ¿O esperarás el almuerzo?
—No sé qué hacer con mi vida y me preguntas si esperaré el almuerzo —gruñó Marinette.
—Yo no sé qué hacer con mi vida y no ando respondiendo con esa actitud —le dijo Nathalie.
—Disculpa, tía Nathalie —dijo Marinette, pensando que sí, Nathalie respondía de formas peores que esa, así que ese giro no le gustó.
Marinette se restregó los ojos y bajó descalza hasta la cocina. Su padre estaba en el sofá de la sala, leyendo el periódico. Marinette le dedicó un beso al verlo.
—¡No te has lavado los dientes! —le dijo Tom.
—Al menos déjame desayunar —se quejó Marinette.
Tom murmuró algo sobre lo antihigiénico que le parecía, pero Marinette se concentró en el olor que provenía de la cocina. Su mamá había hecho chocolate caliente y lo estaba vertiendo en tazas. Marinette fue de una a tomar una, cuando notó la mirada de reprimenda de su madre.
—Con cuidado —le dijo Sabine—, y súbele una taza a tu tía y a tu prima.
Sabine sacó una bandeja y ordenó las tazas. Marinette notó cómo ella vertía canela en dos de ellas y la miró confusa.
—No me gusta con canela —le dijo.
—A Bridgette sí —dijo Sabine—, y, por lo que recuerdo, a Nathalie también.
Marinette se restregó los ojos un poco más antes de subir con la bandeja. Antes de entrar en la habitación pasó por el baño a lavarse los dientes, no quería más comentarios sobre su aliento. Cuando entró, creyó haber puesto la peor cara de confusión de su vida. Nathalie estaba cepillando el pelo de Bridgette, mientras que Tikki descansaba sobre la cabeza de Nathalie.
Bridgette giró a ver a su prima y Marinette se desconcertó al ver la mirada tan... brillante, de ella.
—¡La señorita Sancoeur me muestra cómo ocultar todo mi pelo en un moño! —dijo Bridgette.
—Puedes decirme Nathalie... O tía Nathalie, como Marinette.
Entonces sonrió y Marinette volvió a sentir algo extraño, casi como si estuviese viendo un unicornio. Las sonrisas de Nathalie eran extrañas, efímeras, etéreas.
—Yo... traje chocolate —anunció Marinette, señalando la bandeja.
Alargó las tazas con canela hacia Bridgette y Nathalie y, tomando un dedal, vertió unas pocas gotas en él para Tikki.
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¿Quién es Hawk Moth? [#3]
Fanfiction"Ella lo tomó del brazo y le obligó a darle la cara. -¿Dónde está Félix? -le instó-. Adrien, ¿quién es Hawk Moth?"