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Las habitaciones no eran lo mejor de lo mejor, pero a Nathaniel no le importaba mucho.

Hawk Moth había provisto a sus akumas con habitaciones. "No puedo pretender que ustedes no descansen, queridos míos", les había dicho. También les daba comida, lo que no caía mal, pero desde que Nathaniel, en teoría, estaba akumatizado, no sentía hambre. Comía por obligación, por la presión de tener al señor Agreste mirándolo fijamente mientras trataba de devorar su plato; por los incesantes comentarios de Lila rogándole que comiera.

Habían otros cinco akumas que estaban esparcidos en Francia y que hasta ahora no habían sido purificados. Nathaniel no sabía sus nombres, mucho menos sus identidades civiles, pero Lila le aseguraba que no se trataba de alguien que él conociera. Fuera de eso, los otros akumas de los que conocía existencia eran Volpina, Desvanecida y él. Pensó que alguien con el poder que el señor Agreste tenía, a ese paso habría creado todo un ejército de akumas; pero el señor estaba sencillamente loco, así que poco sabía Nathaniel de lo que realmente cruzaba por su cabeza.

Nathaniel había llenado su habitación de cachibaches y de cosas que podía crear con sus nuevos poderes. Era lo único que le daba color al ambiente. La habitación en un inicio se veía sombría. Las paredes cubiertas de papel tapiz de un gris pizarra, con mampostería blanca alrededor del techo. Había una cama doble en medio de la habitación cubierta con una sábana de satén de un morado oscuro, y las baldosas negras del piso parecían guiñar un ojo en la oscuridad. No había ventanas en la habitación, pero Nathaniel había dibujado una que cambiaba de paisaje para no sentirse sofocado. El elegante candelabro que colgaba en medio solo irradiaba una fría luz blanca que él reemplazó con una luz amarilla y cálida. Nathaniel fue cubriendo las paredes con dibujos simples, algún que otro paisaje de París o cosas que Lila le mencionaba. Fue precavido de no poner cosas que le gustaban —no más dibujos de Ladybug o Chat Noir, alguna imitación de una obra que le gustara, algo referente a su banda favorita, ni siquiera a Marinette, o, en casos extremos, a la nefasta Chloé Bourgeois— con tal de que el señor Agreste no se fuera a percatar de que él estaba consciente, de que sabía que estaba akumatizado y que estaba mal... pero aún así no renunciaba a su poder.

Nathaniel realmente no sabía qué estaba haciendo. Pudo haberse marchado si lo quería —lejos, bien lejos, donde el señor Agreste ni su susodicha guerra lo pudiera alcanzar; se hubiese llevado a Lila también para que al fin cortara relación con ese hombre—, pero algo lo detenía. La culpa, tal vez. La curiosidad de saber qué era lo que estaba sucediendo y por qué... eso también era algo sumamente tentador.

Salió de su habitación y se dirigió a la de Lila. Las habitaciones de él y de Desvanecida estaban juntas, pero la de Lila suponía un largo camino. Nathaniel sospechó que se encontraba cerca de la habitación del señor Agreste, pero con el pasar del tiempo descubrió que él no se alojaba allí: aquel lugar solo estaba destinado para sus hazañas contra la justifica ¿y que no eran ellos más que simples herramientas? En lo que Nathaniel pensaba, aquel no era más que un cobertizo para almacenarlos para cuando los necesitara.

Tocó la puerta con tres enérgicos golpecitos y Lila salió sin siquiera preguntar de quién se trataba. Ella traía puesta una pijama oscura. Era la única a la que el señor Agreste le retiraba el akuma y volvía a akumatizar cuando la mandaba a una de sus... expediciones. También era la única que tenía una habitación diferente.

Lila le hizo señas para que entrara y él lo hizo en silencio. La habitación tenía un olor floral debido a que estaba cubierta por doquier de lilas blancas y rosas. Nathaniel tenía que preguntar, pero sentía que no sería adecuado. Aún así lo hizo.

—Lila, todas estas flores... —comenzó—. ¿Te las trae el se... Hawk Moth?

Ella lo miró un rato, casi como si estuviera confundida o no entendiera en qué idioma le hablaba. Tantas akumatizaciones le están fundiendo el cerebro, pensó él.

¿Quién es Hawk Moth? [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora