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Los ojos de Volpina parecían resplandecer en plena noche y, si Marinette hubiese estado un poco más asustada, hubiese dicho que incluso su sonrisa resplandecía de malicia. No se había alejado mucho de la realidad. Volpina le sonreía de una forma que solo ella podía entender... como una depredadora a punto de devorar a su presa. Marinette cerró las cortinas como si eso fuera a servir de algo. Por lo que a ella respectaba, sabía que Volpina había visto su rostro a la perfección y que ansiaba rasgar su garganta.

Trató de pensar en qué pasaba por la mente de Volpina. Marinette, quien había decidido darle una segunda oportunidad a Lila, era Ladybug, quien era la culpable de que ella fuera akumatizada en primer lugar. Así que Marinette ya no era una amiga —si es que alguna vez la había considerado como tal— y disfrutaría aún más haciéndole daño.

Nathalie comenzó a recoger un montón de objetos desconocidos que tanto Marinette como Chloé sabían que ella reconocería como "indispensables", mientras que Aixa trataba de recobrar la compostura para transformarse.

—Deberías esperar un poco antes de transformarte —le dijo Minn a Aixa, y Aixa la miró sabiendo que ese "deberías" realmente significaba un "debes". Aixa siguió concentrándose en respirar hondo y tomó algo de agua, tratando de pensar que no tenían el tiempo encima y que en cualquier momento entrarían a asesinarlas... o peor, considerando que aquellos eran akumas de Félix.

Nathalie trató de poner en pie a Emilie, aún se le hacía difícil con las prótesis. Sentía la adrenalina al límite, sabía que lo primordial era sacar a Emilie de allí, incluso Emilie lo sabía, y por eso la frenó.

No —le dijo a Nathalie—. No podemos huir por siempre, debemos pelear...

—No podemos pelear ahora —le dijo Nathalie—, recién salimos de una pelea, tú estás inválida y Aixa apenas puede transformarse. No podemos pelear.

—Siempre va a haber algo que nos impida hacerlo —rugió Emilie.

Chloé y Marinette miraban la escena casi esperando que alguien, quien sea, les indicara que se trasnformaran. Si ellas estaban reacias a hacerlo de poco iba a servir que ellas lo hicieran.

—A menos que quieras enfrentarte a la sobrina de Salvatore, lo mejor es que te calles y corras por tu vida —le dijo Aixa, luciendo más pálida de lo habitual.

—¿La niña Rossi? —Marinette y Chloé se estremecieron al ver a Emilie tan asustada de repente—. No... Debemos salir de aquí.

—Oh, por favor, estamos hablando de Lila. —Chloé rodó los ojos—. No creo que... Aaaaaaay... —chilló cuando Aixa le jaló la oreja para que se callara. Marinette, tomando en cuenta la seriedad de la situación, ni siquiera pensó en reírse, aunque mucho le gustó haber grabado tremenda escena.

—Sólo cállate —gruñó Aixa—, por lo menos cinco minutos, pero cállate.

—Duusuu... —llamó Nathalie, despertando al perezoso kwami. Marinette y Chloé no habían prestado singular atención a la pequeña criatura, pero al verlo ahora, quizá animadas por el pánico, notaron algo extraño en Duusuu. Las miraba fijamente, sus ojos rojos y morados mirándolas con una fascinación de ultratumba. No les gustaba ni un poco, parecía casi... poseído. —Transfórmame.

—Pollen —dijo Chloé con voz temblorosa—, transfórmame.

Aixa la miró con una reprimenda silenciosa a lo que la chica se encogió de hombros.

—Ahora —dijo la voz calmada de Minn, haciendo estremecer a todas.

—Transfórmame —susurró Aixa.

¿Quién es Hawk Moth? [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora