Marinette y Bridgette frenaron al tener el gran portón frente a ellas. Aunque Marinette había estado allí antes, la mansión Agreste le seguía pareciendo un tanto intimidante. Tomó la mano de Bridgette, no sabía si para darle confianza o para poder tener confianza ella misma, y tocó el timbre. Esta vez, ni siquiera preguntaron quién era, el gran portón se fue abriendo con el zumbido eléctrico característico. Las chicas Dupain entraron con cuidado, Bridgette más que Marinette, como si esperase en cualquier momento que un Rottweiler apareciera de la nada y le brincara encima.
La subdirectora Sancoeur las esperaba en la puerta principal, sosteniendo su tableta y mirándolas por encima de sus lentes. Murmuraba, probablemente a alguien al otro lado de su auricular. Marinette pensó que sería descortés tratar de escuchar, así que no prestó atención.
—Buenos días, señorita Sancoeur —dijo Marinette.
—Buenos días, Dupains —dijo, viéndolas a ambas con profundidad. Bridgette se encogió en su interior.
—Perdone por venir sin avisar antes —dijo Marinette—, queríamos pasar a ver a Adrien y a Félix.
—Me temo que Félix está en Londres en estos momentos. De hecho, debe estar aplicando su examen de ingreso para Oxford —informó Nathalie, mirando únicamente a Bridgette.
—¡¿Oxford?! —espetó ella, como sacada a fuerzas de una ensoñación. Ella soñaba con ir a Oxford y estudiar Educación, pero como iban las cosas probablemente estudiaría en la Panthéon-Sorbonne(1)... quizás.
—Pero, Adrien debe estar en su habitación, si deseas pasar a verlo, Marinette —dijo Nathalie, ahora mirando a la otra Dupain.
—Por favor —pidió Marinette.
Nathalie se hizo a un lado y la dejó pasar. Marinette corrió escaleras arriba, dejando a las dos solas. Nathalie entró dentro y Bridgette se quedó en la puerta, sin saber qué hacer, hasta que la subdirectora regresó y arqueó una ceja. "¿No entras?" parecía preguntar. Bridgette la siguió.
Miró alrededor boquiabierta. La mansión Agreste era una obra de arte, no cabía duda de ello. Sin embargo... Bridgette pensó que le hacía falta color. Habían dos grandes macetas con flores rojas cerca de la puerta principal, pero eso no ayudaba mucho; y el gran cuadro de las escaleras de Gabriel y sus dos hijos, los tres vestidos de negro, tampoco.
—¿Impresionada? —le preguntó Nathalie.
—Sí —dijo Bridgette—, pero este lugar... es demasiado frío.
Y Nathalie supo que no se refería a la temperatura. Miró a la chica de reojo y, cuando Bridgette giró a verla, volvió a fingir que hablaba por su comunicador. Bridgette sentía un mal sentimiento en el estómago, capaz y era por haber ido sin comer, o tal vez no. Se relamió los labios, resecos, tratando de armarse de valor para comenzar a hacer las tan importantes preguntas que tenía en mente. ¿Qué la detenía? Nada. Nathalie estaba ahí, justo frente a ella...
—¿Señorita Sancoeur? —preguntó. Nathalie la miró, como indicando que hablara—. ¿Trabaja usted todos los días?
—Sí.
—¿Y a su familia no le molesta eso?
—No.
—Oh. —Bridgette frunció los labios. No quería insistir, resultaría sospechoso. Sin embargo, le molestaba lo evasivas que eran las respuestas de Nathalie.
—Si quieres, puedes pasar... Para que no estés sola. —Nathalie abrió la puerta del despacho de Gabriel y ocupó la silla de su jefe.
—¡Wow! —dijo Bridgette, tomando asiento frente a ella—. ¿Al señor Agreste no le molesta que usted esté aquí?
ESTÁS LEYENDO
¿Quién es Hawk Moth? [#3]
Fanfiction"Ella lo tomó del brazo y le obligó a darle la cara. -¿Dónde está Félix? -le instó-. Adrien, ¿quién es Hawk Moth?"