Capítulo 13: Valentía.

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Eres valiente, eres fuerte, nada te va a pasar, tienes que ser positiva Amira, tu padre pensará que te fuiste de cacería, Arthuro me matará porque sé que eso de que me fuí de cacería no lo creerá ni un poco. Baje del caballo ya que ví otros cerca de ahí, ¡Al fin!. Me acerqué lenta y sigilosamente, por si no eran las personas a las que buscaba. Saque mi espada y me puse alerta ¡Ahí está!.

Blandiendo una espada, Merlín, se veía raro, supongo que nunca me lo imaginé con una espada en mano. Me acerqué con cuidado y le puse la espada en el hombro.

-¿Me extrañaste?- Dije bajando la espalda.

-¡Amira!- Se giró, rápidamente me agache, si no lo hubiera hecho ya no tendría cabeza. -Yo, lo siento.

-Baja eso, no queremos heridos- Comenzamos a caminar.

-¿Qué haces aquí?.

-Si Merlín, yo también te quiero- El solo soltó una risita.

-No me mal entiendas, me alegro de que estés aquí, bueno no aquí en peligro, de verte, bueno…- Empezó a tartamudear.

-Tranquilo- Reí y el se sonrojo. -Vine a ayudar, no podía quedarme en mi habitación sabiendo que no apoye a las personas que amo cuando más me necesitaban.

-Gracias…

Escuchamos un ruido, rápidamente saque mi espada, si de algo estoy agradecida en estos momentos es de los arduos entrenamientos, de los enfrentamientos con Arthuro, a veces el ganaba o perdía, pero ambos aprendíamos algo nuevo. La niebla era densa, no podía ver bien y perdí de la vista a Merlín.

-Te pediría dinero pero sé que no tienes- ¡Arthuro! Mi hermano está aquí.

Es en ese momento en el que no sabes si ir a su encuentro o correr en dirección opuesta. Elegí la primera opción, puede que esté enojado, pero es mi hermano y no me matará ¿Cierto?. Dije más para convencerme a mi misma.

Fuí con ellos y me coloque alado de mi hermano.

-Con que cacería he, ¿Ya atrapaste algo?- Pregunto Arthuro con una ceja enarcada.

-Yo… Que pequeño es el mundo ¿No hermano?. Deberíamos ir a descansar,  mañana será un día muy largo, así que hay que dormir- Y sin más me fuí a donde estábamos acampando.

Estando ahí, me fuí a acostar, pero era imposible. Mi hermano y Merlín pensaban que estaba durmiendo, empezaron a hablar entre ellos.

-¿Cuanto más falta?- Pregunto Arthuro a Merlín.

-Tal vez unas horas- Respondió frotándose un poco las manos debido al frío.

-¿Cuántos hombres tiene?.

-No estoy seguro, por lo que mi madre me dijo tal vez como cuarenta.

-Debemos descansar, será un largo día mañana.

-Gracias, sabía que no tenías que venir- Dijo un poco nervioso Merlín, pero se notó que lo decía con sinceridad.

Arthuro se puso un poco más nervioso que Merlín, pero es mejor ocultando lo que él.

-Amira los quería ayudar- ¡Oh vamos hermano! ¿Cuando admitiras que te importa Merlín?.

-Ella es estupenda.

-A dormir.

-Si.

Al ver que Arthuro y Merlín se quedaron dormidos me tranquilice un poco y pude conciliar el sueño.

-Amira- Escuché la voz de Merlín hablarme suave y cariñosamente, en un intento de levantarme.

-Un rato más- Dije con los ojos aún cerrados.

Escuché la risa de Merlín.

-¿Segura que eres mi hermana?- Preguntó Arthuro.

-Yo también lo dudo aveces- Dije abriendo por fin los ojos. -Seamos sinceros, soy más inteligente que tú, pero luego recuerdo que somos mellizos y la duda se va.

-Ja, ja, que graciosa.

-Lo ves incluso tengo más carisma que tu- Sonreí inocente y todos los que estaban ahí comenzaron a reír, excepto Arthuro claro.

Ya todos despiertos subimos a los caballos y continuamos con nuestro viaje.

Llegamos a Ialdor, Arthuro lanzó una daga al ver que iban a matar a un hombre, al llegar bajo del caballo y comenzó a pelear con unos hombres, al igual que Merlín.

-¡Matenlos!- Grito quién creó yo era el líder.

Baje del caballo y saque mi espada, Merlín estaba bien, pero estaban a punto de atacar a mi hermano y rápidamente le fuí a ayudar golpeando al hombre.

-¿Te trae recuerdos de cuando te gano?- Le dije con una sonrisa.

-Eso nunca pasa- Respondió él.

Los hombres se subieron a sus caballos.

-Pagaran por esto, con sus vidas, todos.

Y sin más se fueron. Me quedé con Morgana y Gwen, los aldeanos comenzaron a rodearnos. Y Arthuro comenzó a hablar.

-Conozco a esa gente, volverán, y cuando lo hagan debemos de estar preparados- Arthuro me miró, si bien yo era la más organizada y tenía mejores estrategias, aunque mi hermano jamás lo admitiría.

-Primero debemos ponernos de acuerdo y…

-Soy el único que se pregunta "¿Quiénes rayos son ellos?"- Me interrumpió un chico que salió de la gente.

-Soy el príncipe Arthuro y ella es mi hermana, la princesa Amira de Camelot- Se adelanto a contestar Arthuro.

-Si claro, y yo soy principe William de Ialdor.

-Guarda silencio, vinieron a ayudar- Lo acalló Junith.

-Ellos empeoraron las cosas, volverán y cuando lo haga buscará su venganza- La miró y luego regreso su vista a Arthuro. -Nuestra sentencia la firmaste.

-Pero salvo la vida de Matthew.

-Esta bien Junith- Dijo mi hermano, intentando calmar la situación. -Esta es su aldea…

-¿Qué es lo que tú harías?- Está vez fuí yo la que interrumpió a Arthuro. Pero solo vinimos a ayudar, y claro, no espero que nos lo paguen, ni mucho menos alaben, pero el comportamiento de este muchacho me está sacando de mis casillas.

-No podemos luchar contra Canen, tiene muchos hombres.

-¿Cuál es la alternativa?- Respondí lo más calmada que podía, quería respuestas, soluciones, no eso.

-Darle lo que quiere- Respondió él, ¿Está loco? Esa no es una solución. Empezaron a haber murmuros.

-¿Y luego?- No respondió, este chico esta empezando a acabar con mi paciencia, Arthuro lo notó y comenzó a hablar.

-Los que no mueran de hambre lo verán la siguiente cosecha y la que sigue después.

-Lo manejaremos, sobreviviremos- Alguien que le dé un golpe o algo parecido, para que despierte. Aunque tampoco lo culpo, Arthuro y yo hemos visto casos como estos en todo Camelot, conocemos a gente como está, quizá el no, y si lo hace ¿Cómo es que es tan tonto para pensar en solo darle lo que quiere? Si hacen lo que quiere jamás los dejarán en paz.

-La única forma de frenarlo es haciéndole frente.

-No, tu solo quieres el honor y la gloria de la batalla- De acuerdo, esto ya es el colmo. -Eso es lo que mueve a hombres como tú, si quieres pelear ve a casa y arriesga la vida de tu propio pueblo, no el nuestro- Y se fue.

-Will- Merlín le siguió, supongo que son amigos.

-Yo te voy a seguir, si voy a morir quiero que sea peleando- Fue Junith la primera en hablar, es valiente, igual que Merlín. Morgana y Gwen asintieron, dando a entender que ayudarán.

-Yo digo lo mismo- Hablo otro hombre.

Y así se fueron sumando, este pueblo era valiente, pelearán por su aldea, por lo que quieren, lucharán y protegerán lo que aman. Lo mismo que haremos Arthuro y yo.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora