Capitulo 32: ¿No me amas?.

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-Lo siento padre, te he fallado- Dijo Arthuro, triste, apenado y algo molesto. -El último dragón lord murió.

-Hace muchos años quise por esa noticia- Dijo Uther. ¡Estaba cansada! Realmente cansada de eso

-No todo está perdido. Déjanos combatir a nosotros, pero déjanos salir y pelear en nuestros terminos, a campo abierto, a caballo, para minobrar mejor.

-Eso no servirá.

-¿Entonces que? ¿Seguir aquí? Y ver a Camelot caer- Estalle por fin.

Uther suspiro, y asintió con la cabeza.

-Tienes mi bendición- Le dijo a mi hermano.

Mi hermano dijo algunas cosas, varios caballeros se le unieron, el primero fue Sir León, el siempre ha estado con mi hermano, en las buenas y en las malas, es un gran caballero, al cual le tengo muchísima confianza. Arthuro salió de la habitación, seguido por los caballeros. En la habitación solo quedaban dos caballeros (la escolta real de mi padre), Caius, Merlín, Uther y yo.

-Amira- Me grito mi padre furioso,  varios dieron un pequeño salto. -Me desobedeces y luego vienes como si nada ¿Que te pasa niña? ¿Acaso no te inculque modales?- Puedo ver como levanta la mano con la intensión de pegarme.

Justo en ese momento escucho un carraspeó.

-Uther- No gire, esa voz la conocía a la perfección. -Un gran honor verte de nuevo.

-¡George!- Dijo mi padre, cambiando su semblante. -Que alegría verte por aquí.

-Vine a ver a la princesa- Se puso a mi lado.

-Claro- Me miró. -Puedes irte.

Hice una reverencia y salí de la habitación, dirigiendome a la mía.

-Mi lady, la buscan- Me dijo Astrid.

-¿George?- Ella asintió. -Dile que entre.

George entro, hace mucho tiempo que no le veía, era tan grato verlo de nuevo, pero a la vez me sentía mal por el, ya que en estos momentos no había nada que me pudiera hacer dudar del amor que le tengo a Merlín, y del amor que el me tiene a mí.

-Que gustó verte de nuevo- Comenzó a hablar.

-Lo es- Hablé con sinceridad.

-¿Quieres ir a montar a caballo?

-En realidad- Me levanté de donde estaba sentada. -Ire con mi hermano.

-¿Estas loca?- Lo mire mal. -Lo siento, pero es que... Tu padre estuvo a punto de pegarte y quieres ir con el, tendrás más problemas. No irás.

-¿Es una orden?- El no respondió, no quiero ser mala con el, pero tampoco quiero que me de órdenes. -Es algo que debes de aprender de mi, si quieres casarte conmigo, mi hermano y Camelot, son muy importantes para mi, más allá de cualquier problema personal- No le di tiempo de replicar. -Ahora si me disculpas, me prepararé, por favor sal- Se levantó para irse. -Que sepas que eres el único que sabe que iré, si mi padre se entera sabré quien fue.

-Amira, yo solo...- Suspiro. -Te amo, y no quiero que te ocurra nada malo, lo entiendes ¿No?- Asentí.  Y luego se giró para salir de mis aposentos. Tenía que decírselo.

-¡George! Aguarda- Regreso su vista a mí, me acerque a el y le abracé.

-Eres un gran hombre, y sería un honor casarme contigo, pero yo...- Hice una pequeña pausa.

-¿No me amas?- Me preguntó el, yo me sorprendí un poco. -Descuida- Dijo poniendo un mechón de pelo detrás de mí oreja. -Lo supe desde el principio, muchas gracias por ser sincera conmigo Amira- Me besó la frente y sin más se fue.

Después de la visita de George me comencé a preparar para partir, me sentía rara, no se que pasaría ahora, pero en este momento debo concentrarme en Camelot, una vez lista me fuí a la habitación de Arthuro.

-No iras- Me dijo.

-Si iré- Le replique.

-¡Que no!.

-¡Que si!.

-¡Bueno que eres obstinada!- Me dijo con frustración.

-Aprendi del mejor- Le guiñe un ojo.

Luego el se acercó a mí y me abrazo, era un abrazo de esos que casi no hay.

-Solo, no mueras.

-Tu también.

Merlín llegó y le puso la armadura a mi hermano. Él también iría. Estaba realmente preocupada por nosotros tres. Pero había algo en Merlín que me hacía sentir muy tranquila, demasiado diría yo.

Salimos, montamos los caballos y sin más nos pusimos en marcha.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora