Capítulo 15: El último día.

520 47 0
                                    

Me gustaría decir que el sonido del gallo nos despertó, pero no, Arthuro madrugo, ¿Y esto a que nos obligo a todos?, pues si, a levantarnos, desayunamos y comenzamos a prepararnos, Merlín ayudaba a Arthuro a vestirse.

-¿Aún no has aprendido a vestirte?- Le dijo Morgana a mi hermano.

-Si no tienes perro, traes la vara tu mismo- Respondió Arthuro mientras terminaba de vestirse. -Sin ofender Merlín.

Termine de vestirme y al estar cerca de Arthuro le dí un golpe en el brazo a lo que Merlín rio, pero al ver la mirada de Arthuro se aclaró la garganta.

-No señor- Le contesto a mi hermano intentando controlar su sonrisa.

-Principe Arthuro, no terminaste tu comida- Junith se acercó con el plato de Arthuro.

-¿Ah no?- Y tomo el plato, Junith se fue.

-Vamos come- Dijo en burla Morgana.

Arthuro finjio comer, luego volteó a verme y creo que mi mirada lo decía todo, porque Arthuro se lo dió a Gwen y salió lo más rápido que pudo.

-Vamos, necesitamos madera y bastante.

-¡Arthuro!- El me ignoró y salió seguido por Morgana.

Gwen se comió lo que dejo Arthuro.

-Dice que esta rico- Le devolvió el plato a Junith y está sonrió. Gwen salió para ir con Arthuro y Morgana.

-Muchas gracias por la comida Junith, con permiso- Dije para regalarle una sincera sonrisa y luego salir de la casa, pero decidí esperar a Merlín en la entrada.

-Tu debes importarles- Escuché decir a la madre de Merlín.

-Arthuro y Amira harían lo mismo por cualquier aldea, así son ellos.

-Esta más que eso ellos están aquí por ti.

-Soy solo su sirviente.

-Dale más crédito que eso le caes bien a Arthuro.

-Esta porque no me conoce bien, si me conociera ya estaría muerto.

-Tu no piensas eso ¿Cierto?- Merlín se quedó callado y salió de la casa.

-Amira, tu...

-¿Yo...?.

-¿Escuchaste?- Me prenguto Merlín nervioso.

-¿Qué cosa?- Me hice la desentendida.

-No nada, ¿Vamos?- Asentí con la cabeza.

Tomé la mano de Merlín, si bien aquí no había nadie de Camelot que le dijera a mi padre, más que Gwen, Morgana y claro Arthuro, pero Gwen y Morgana no dirían nada, Arthuro sabe de esto desde antes y aún no ha dicho nada, así que no tengo de que preocuparme. El solo sonrió y caminamos juntos, aún con las manos entrelazadas. Llegamos dónde estaba Arthuro que carraspeó con la garganta al ver nuestras manos, Merlín me sujeto más fuerte y yo reí. Arthuro lo miro serio y Merlín rio también.

-Merlin, porque no vas por leña, ¿Quieres?- Le dijo Arthuro poniéndose en medio de ambos haciendo que nos soltaramos.

-Yo voy contigo- Le dije a Merlín.

-No, tu no vas, te quedas conmigo te necesito- Me detuvo mi hermano.

-¿Para qué?.

-Para...- Miró hacia arriba. Va a mentir. -Para entrenar a los demás.

-Nunca me has necesitado para hacerlo, tienes miles de caballeros a tu mando y nunca me has necesitado- Arthuro comenzó a verse molesto. -Pero ellos no son caballeros, así que te ayudaré, lo siento Merlín- No quería ver a mi hermano realmente enfadado.

-No podré enseñarles todo lo que hay que saber sobre la lucha con espada, pero pueden aprender lo básico- Comenzó a caminar.

-Algunos ejemplos son las posturas, también el como esquivar un golpe o asestar el suyo- Ayude un poco a Arthuro.

Me fuí con Morgana y Gwen quiénes afilaban espadas, y las comencé a ayudar, mientras Arthuro ayudaba a los demás.

-A mi cuenta- Lo escuché decir, volteó a verlo y me trae viejos momentos a mi cabeza. Sonrió al recordarlos. -Uno...

Después deje de prestarle atención y me concentre en lo que hacía, hasta que ví a todos sentados descansando y con las chicas decidimos hablar con Arthuro.

-Parece que la batalla ya se peleó y perdio- Le dijo Morgana a Arthuro.

-Mejoraran- Respondió el.

-Tienen que.

-¿Cómo estamos de armas?- Dijo antes de beber agua.

-No hay muchas pero podremos reunir lo que necesitas.

-No nos preocupan las armas, si no que haya personas que las usen- Interrumpió Gwen. -Debes dejar que las mujeres peleen- Dijo después de mirarme.

-No hay suficientes hombres si fueran soldados talvez tendrían posibilidad pero no lo son- Retomó Morgana.

-Es muy peligroso- Respondió mi hermano.

-Amira peleará.

-Eso es porque sabe que no puede hacer nada para detenerme- Intervine yo está vez.

-Ademas no es lo mismo, Amira e incluso tu tuvieron un entrenamiento previo, se han criado con espadas, igual que yo, aún así no lo harás Amira es muy peligroso- Dejando en claro que era el final de la discusión. Y yéndose de ahí. -Bien todos de pie, vamos a continuar, de pie.

Al día siguiente estábamos todos reunidos, viendo los avances que hubieron.

-No podremos defender Ialdor solo con la espada y el valor, necesitamos un plan- Estaba hablando Arthuro y luego se quedó pensando.

-Hay que buscar una forma de limitar su movilidad y llevarlos a una trampa- Les explique a los demás.

-Si peleamos con sus términos yo creo...

Arthuro fue acallado por un grito desgarrador que se escuchó afuera. Todos salimos corriendo. En un caballo estaba el cuerpo de Matthew.

-Bajenlo- Les pidió Arthuro.

Mi hermano se acercó a él, agarró la nota que tenía en la espalda atorada con una flecha y la leyó.

-¿Qué dice?- Le preguntó Merlín que se encontraba alado mío.

-Aprovechen este día será el último- Mi hermano me miró, algo en su mirada me decía que estaba molesto, intranquilo, preocupado. Y no lo culpo, todos lo estamos.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora