Capitulo 28: Ubicación

316 39 1
                                    

La lluvia era muy fuerte, tuvimos que buscar un lugar donde pudiéramos resguardarnos de ella, dejamos los caballos y al entrar nos dimos cuenta de que era una taberna.

-Vamonos de aquí- Dijo Arthuro en un susurro apenas audible.

-Se verá muy raro y sospechoso, entra ya.

-Saludos- Dijo Arthuro al ver que todas la miradas las teníamos nosotros.

Nos fuimos a sentar, pero mientras pasábamos entre las mesas podía escuchar comentarios, nada respetuosos hacia a mi.

Arthuro estaba rojo de furia, pero le tranquilice. Merlín estaba apretando los puños, tome su mano, el me miró, solo le sonreí.

Caminamos juntos y nos sentamos en una mesa, nos trajeron bebidas.

-Buscamos a un hombre llamado Valinor- Hablé, al ver que nadie decía nada.

-Podemos pagar generosamente- Dijo Arthuro poniendo oro en la mesa.

El señor se acercó a nosotros y dijo -No lo conocemos- Dijo tomando solo el dinero de la bebida.

-¿Crees que alguno de estos sea Valinor?- Pregunto Merlín.

-Espero que no- Respondió Arthuro.

-Yo también- Respondimos Merlín y yo, pero lo extraño fue que lo dijimos en tono diferente y eso me extrañó bastante.

Nos fuimos a dormir, Arthuro no dejo que durmiera en otra habitación, así que dormí con ellos, pero los tres en diferentes camas y Arthuro entre la mía y la de Merlín, he de admitir que me causa cierta ternura ver a mi hermano celoso.

-¿Qué pasa hoy contigo?- Arthuro miro a Merlín inquisitivo, lo que me hizo prestarles atención.

-¿Qué?- Contestó Merlín

-Me duele admitirlo, pero disfrutó tus respuestas oscas, de hecho ese es tu único rasgo aceptable- Le puse el un poco más de alcohol -¡Amira!.

-¡UPS! Mi mano resbaló.

-Gracias- Dijo Merlín.

-Hay muchos sirvientes que pueden servir, pero pocos son capaces de ser....

-Tan buenos como tu- Dije interrumpiendo a Arthuro y terminandole de poner su vendaje.

Arthuro se acostó y yo también lo hice.

-¿Qué tienes?- Siguió Arthuro.

-Nada.

-Tienes algo, dime- Dejo un silencio para que Merlín respondiera, pero como no lo hizo continuo. -Esta bien, se que soy un príncipe, pero si no lo fuera creo que podríamos ser amigos.

-¿Y?.

-Significa que puedes decirme.

-Esta bien te lo diré, me preocupan todos en Camelot- Respondió de secamente.

-A mi también- Contesto mi hermano.

Sé que no era la verdadera razón por la que Merlín se encontraba en ese estado. Me levanté y camine hasta su cama, sin importaeme que Arthuro estuviera ahí, me senté en la cama, acto que lo sorprendio, me incline hacia su rostro y bese sus labios, un beso lento.

Me separé y le dedique una sonrisa.

-Te amo, todo estará bien.

-Eso espero.

Le hice una seña para que se recorriera, Arthuro me lanzo una mirada de advertencia la cual acalló con otra mirada de "yo sé cosas hermano". Merlín dudoso por Arthuro lo hizo. Me recosté a su lado y le abracé por la cintura, para evitar que ambos nos vallamos a caer de la cama, Merlín me abrazo y me quedé dormida sintiendo el calor de Merlín.

De la nada escucho algo de ruido, y eso me alarmo, haciendo que me levanté y tome mi espada.

-¿Qué pasa?- Pregunto Merlín cuando Arthuro derrumbó al hombre que había entrado a la habitación en su cama.

-¿Conoces el castigo por robo?- Le pregunto Arthuro al hombre que tenía dos espadas señalándole.

-Tengo hijos que mantener- Contesto el hombre.

-Dinos en donde encontramos a Valinor- Dije aún apuntando al hombre con la espada.

-¿Valinor?.

-¿Qué sabes de el?.

-Nada, yo...

-¿Si valoras tu vida?- Dijo Arthuro moviendo un poco la espada.

-Hace muchos años que no lo veo.

-Sabes donde vive.

-Deben de viajar a los bosques de Berendra, al pie de la montaña feorre, ahí verás una cueva en donde mora Valinor, pero no se hagan ilusiones.

-¿Por qué?- Dijo Merlín.

-No los recibirá, Valinor odia a todos en este mundo, un cueva es el mejor lugar para el-. Contesto para luego irse corriendo, dejándonos a todos consternados.

-Nos vamos temprano- Hablo Arthuro volviéndose a acostar, acto que imite.

Merlín me besó la sien y me volví a quedar dormida, mañana será un largo día.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora