Capítulo 26: Más que un sirviente

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-¡Idiota!- Le reclamé a Arthuro una vez solos.

-¿Disculpa?- Me contestó.

-Merlin lo único que hace siempre es ayudarte y tú lo haces sentir de esa manera ¡¿Qué demonios te ocurre?!.

Arthuro había mandado a descansar a Merlín, se que el necesita un descanso, pero no de esa manera, no que Arthuro lo "reemplazará" con el nuevo.

-Amira, Merlín estaba distraído, se quedó dormido en el establo y los caballos se fueron, Cedric está al pendiente de todo.

-¡Cedric, Cedric, Cedric! Por un demonio espero que el este contigo siempre al igual que Merlín lo ha estado, Merlín no es sólo un sirviente para mí y lo sabes, y si para ti solo es eso te voy a pedir que al menos lo trates como se merece después de los servicios que te presta- Salí de su recamara hecha furia, ¿Qué tenía en la cabeza Arthuro?.

El hechicero iba entrando, Caius le pregunto que era lo que pasaba, el joven le respondió que nada y se fue directamente hacia su habitación, Caius le siguió sabiendo que no era verdad, que algo le había ocurrido.

-¿Que pasó?- Le pregunto Caius a Merlín.

-Quiero que Arthuro confíe en mi y que vea lo que realmente soy.

-Un día lo verá.

-¿Cuando? Todo lo que hago es por el y él piensa que soy un inútil.

-No todos creen que eres un inútil, por ejemplo Amira- Merlín sonrió un poco. -Aunque viéndote a hora....- Ambos rieron.

Era de día, estábamos todos en el lugar que se le había encomendado a Arthuro, alguien había entrado, veía la cara de preocupación de los presentes (Arthuro, Caius y Merlín).

-Que suenen las campanas- Dijo Arthuro y salió. Lo seguí hasta su cuarto.

Estábamos haciendo un informe sobre lo ocurrido, cuando entra Merlín y se acerca.

-Cedric, está poseído por otro espíritu.

Le miré, lo que estaba diciendo era verdad.

-¿Qué?- Pregunto mi hermano sin darle créditos a lo que estaba escuchando.

-El trato de robar la joya, pero no era una joya era el alma de un antiguo hechicero, Sigan- Explicó.

-Merlin, ¿Has tomado sidra?- Miré a Arthuro y solo volte los ojos ante su comentario poco chistoso.

-Por favor, escúchame, Camelot está en peligro mortal, Sigan está usando el cuerpo de Cedric para vengarse.

-Esas tonterías te podrían quitar tu trabajo.

-Arthuro- Intervine.

-¡No estás escuchandome!- Grito Merlín furioso, es verdad que podía estar fastidiado, pero si le escuchaban gritarle a Arthuro podría morir.

-Merlin, tranquilo- Dije en un intento fallido de calmarlo.

-Si vas a seguir gritando- Arthuro se paró. -Cedric- El mencionado llegó. -Escolta a Merlín fuera del palacio.

-¡Arthuro por Dios!.

Cédric se acercó a Merlín pero este se le tiro encima y comenzaron una disputa en el piso.

-Merlin- Dijimos Arthuro y yo para que se detuvieran.

Pero siguieron peleando y lo único que logró Arthuro al acercarse es que lo tirarán. Al final Arthuro tomo a Merlín.

-Esta vez llegaste muy lejos Merlín, vas a pasar unos días en la celda, ¡Guardias!- Dijo mientras salía con Merlín.

-Sera mejor que quites esa sonrisa de tu rostro o lo haré yo misma- Dije al percatarme de la sonrisa de Cédric al ver cómo sacaban a Merlín y salí yo también, no sin darle una mirada desaprobatoria a Arthuro.

Espere a que pasará un tiempo y fuí a la celda en dónde estaba Merlín, se empezaba a escuchar ruido a fuera ¿En verdad Camelot estaba en peligro?. Abrí la celda.

-Merlin- Al verme se levantó y se alegró, se iba a ir, pero regreso.

-Gracias- Y después de darme un beso en la frente se marchó.

Subí rápidamente y vi a mi hermano con mi padre, quién quería cerrar la ciudad.

-¡No puedes! Aún hay gente- Apele.

-No tengo opción, debo proteger a los que quedan, si no todos carremos- Dijo Uther. -¿A dónde vas?.

Arthuro se levantó de la camilla.

-Hay personas atrapadas en el pueblo- Contestó.

-Te lo prohibo.

-No los dejaré morir.

-Eso es suicidio.

-Es mi deber con Camelot y conmigo mismo- Arthuro iba a salir, pero lo detuve y lo abrace.

-Te quiero.

-Y yo a ti.

-Cuidate.

Asintió con la cabeza y salió, seguido por caballeros.

Trate de ayudar en lo que pude.

De repente vemos a los caballeros, que salieron con mi hermano, entrar rápidamente y cerrando las puertas tras ellos, pero ¿En dónde estaba Arthuro?.

-¿Y Arthuro?- Me acerque a la puerta rápidamente y alguien me lo impidió.

-No pueden abrir la puerta si lo hacen todos moriremos.

-¡No!- Grito mi padre intentando sacarse del agarre al igual que yo.

Caius salió y más tarde regreso con Arthuro, quién estaba bien, y con Merlín, me sentí aliviada al ver que los dos chicos estaban bien.

Jale a Merlín a otro lado, mientras cuidaban de Arthuro, el se extrañó, estando a solas lo abrace.

-Gracias Merlín- El me correspondió el abrazo. -Gracias por siempre cuidar de el.

Me pare sobre mis puntas, le di un corto beso en los labios, y digo corto porque en verdad lo fue, ya que se escucho un ruido y ambos nos sobresaltamos, para después reír juntos.

-Sabes no te darán las gracias Merlín- Hablo Caius mientras le servía comida al joven.

-No soy un idiota- Respondió el muchacho.

-Aqui tienes, no es mucho, pero te mereces algo.

En ese momento llamaron a la puerta y acto seguido está se abrió, dejando ver a Arthuro quién le llevó su armadura a Merlín para que pudiera limpiarla, ya que al día siguiente tenía un evento.

Arthuro no fue solo para eso, en cierta forma el sabía que Amira tenía razón, Merlín no era un simple sirviente, así que fue a pedirle "disculpas" a Merlín a su muy extraña manera.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora