Capítulo 17: La batalla comienza.

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Arthuro y yo nos encontrábamos en el bosque vigilando un poco, Gwen llegó con dos platos de comida, uno para Arthuro y el otro para mi, lo tomamos y le dimos las gracias, pero Arthuro agrego un "creo" a sus palabras. Lo mire de manera desaprobatoria, pero el solo me ignoro.

-La comida es escasa aquí, no deberías ser grosero- Le reprocho Gwen.

Valla, jamás lo hubiera imaginado, pero creo que a Gwen poco le importo que Arthuro fuera principe y tenía toda la razón en sus palabras.

-Ni yo lo hubiera dicho mejor- Le dije a Gwen, mientras comía un poco.

Parece que Gwen no se había dado cuenta de lo que dijo y a quien se lo dijo porque después de mis palabras comenzó a disculparse con Arthuro y se estaba retirando. Pero Arthuro también se dio cuenta lo grosero que estaba siendo y le hablo.

-Gwen, gracias- Ella volteo a verlo. -Tienes razón, y tuviste razón en hablar, debi hacerte caso, necesitamos mucha ayuda- Dijo ahora refiriéndose al tema de dejar pelear a las mujeres.

-Estaremos bien.

-¿Cómo estas tan segura?.

-Porque tengo fe en ti- Se quedaron mirando, wow, wow, aquí hay algo raro, los miré a ambos y creo que Gwen se había olvidado que estaba ahí, por que después volvio a hablar. -Bueno a ti y Amira, todos tenemos fe en ustedes.

-Gracias- Respondimos ambos.

Pero Arthuro estaba diferente. Gwen se fue y yo solté una pequeña risita.

-¿De que te ries?.

-De nada, mi señor.

Arthuro me miro extrañado y yo volví a reír. Termine mi comida.

-Bueno, ire a alistarme- Y me retire dejando a Arthuro muy confundido.

Me comencé a poner las protecciones y agarre mi espada y me la coloque en la cintura. Fuí a buscar a Arthuro, pero cuando llegue creo que interrumpí una plática entre el y Merlín.

-Lo siento.

-No, tranquila, ¿Cómo esta todo?- Me pregunto Arthuro.

-Morgan es la que esta viendo eso.

-Bien, voy con ella.

Arthuro salio, dejándonos solos a Merlín y a mi.

-Gracias- Merlín fue el primero en hablar. -Por todo lo que están haciendo por nosotros.

-Te amo.

Merlín abrió sus ojos un poco sorprendido, pero después sonrió y se sonrojo.

-Y yo a ti- Se acercó, acarició mi mejilla y me beso, junto sus labios con los míos, Merlín estaba algo nervioso. En un intento de tranquilizarlo con una de mis manos acaricie su cabello, el sonrió entre el beso y fue inevitable hacerlo yo también.

-Princesa, el príncipe Arthuro me dijo...- Junith iba entrando y al vernos se quedó callada.

Merlín y yo nos separamos rápidamente, no pude evitar sonrojarme, Junith, la mamá de Merlín nos había visto.

-Lo siento si interrumpo- Junith le sonrió a Merlín.

¡No puedo es mucho para mí! Todo me temblaba.

-No se preocupe, yo...- Estoy nerviosa, debo controlar mis actos, está bien que estoy nerviosa, pero una de las primeras cosas que te enseñan en la corte es a no mostrar tus sentimientos, menos los de debilidad. -¿Necesita algo?.

-Oh, si, el príncipe Arthuro la necesita, ya han cruzado el río.

-Ire con Arthuro, con permiso.

Todos se fueron a sus posiciones, los hombres de Canen llegaron en caballos, eran bastantes, pero confío en nosotros.

-¡Matenlos!- Gritaban los hombres, buscando en el pueblo a alguna persona a quién matar, bárbaros, eso eran.

Era el momento de poner en práctica nuestro plan, Gwen y yo jalamos la cuerda para iniciar con la trampa, Morgana tenía que encender fuego, y aún no lo hacía, ¡Vamos Morgana!, algo está mal.

-Ire a ver qué pasa, sigan con el plan- Le dije a Gwen, quién asintió y rápidamente me fuí de ahí.

Al llegar no estaba sola Morgana si no que Merlín la había ido a ayudar, y con magia prendió el fuego, claro, el no se había percatado de mi presencia. Me fuí de ahí ya que el plan seguía en pie. Solo pedía que Merlín no volviera a usar magia, estaba haciendo todo lo posible para que no hubiera necesidad de que la usará, porque cada vez que la usa, hay una posibilidad de que Arthuro lo vea.

-¡Ahora!- Grito Arthuro. Haciendo que todos salieran.

-¡Por Ialdor!.

La batalla comenzó, estaba preocupada por todos, pero si no me concentraba me matarían y así no podría ayudar a nadie.

Uno, dos, tres, hombres de Canen iban cayendo. Por un momento logré deshacerme de todos los hombres que me atacaban, y fuí a ayudar a los demás, Junith estaba en problemas, acorralada, con mi espada aseste un golpe contra el hombre, asentí con la cabeza, preguntando si se encontraba bien y ella hizo lo mismo, dando a entender que lo estaba.

Cuatro, cinco, seis, ya no eran los hombres de Canen los que caían, si no los nuestros.

Morgana y Gwen se encontraban acorraladas, Arthuro estaba bastante ocupado, todos estaban en problemas, eran demasiados hombres. Me distraje por un momento, grave error, un hombre logro desarmarme.

-Hola hermosa, tus manos parecen de princesa, ¡Oh! Eso es porque lo eres, ¿Cuánto crees que nos den por tu cabeza?- El hombre se preparó para asesinarme, ví a Merlín, si él no se da por vencido yo tampoco, una ráfaga de viento comenzó a crearse, magia, Merlín.

Aproveche que el hombre se distrajo y le quite la espalda, aunque no fue muy necesario, ya que el viento se lo estaba llevando por lo fuerte que era, tuve que taparme los ojos para que no entrara algo en mis ojos. La gente de Ialdor aprovecho para poner la batalla a su favor.

Los hombres de Canen se retiraban, todos celebraban, menos yo. Si bien yo me había dado cuenta de que era magia Arthuro lo hizo también.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora