Capitulo 33: Cuento contigo. (Final)

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La luz de la luna era lo único que iluminaba el lugar, las nubes aveces la cubrían pero esta siempre volvía a salir; así es Camelot, podrán atacarlo muchas veces, pero siempre saldrá de la obscuridad o de las cenizas, y será igual de resplandeciente como cuando se ocultó

Estábamos en el campo, todos bajamos de los caballos, dirigiendo nuestra mirada al cielo, buscando en ese inmenso cielo la sombra del enemigo.

No tenía planeado separarme de Arthuro y de Merlín, estábamos en una formación de tipo circular, pero yo estaba entre Merlín y Arthuro, a lado de estos chicos me siento protegida, a lado de ellos me siento yo misma, siento una especie de electricidad recorrer mi cuerpo, me dan ganas de pelear, y no rendirme.

En un instante comienzo a ver una sombra acercandose a nosotros, pidimos escuchar sus alas romper el viento, por fin, Kilgharrah había llegado, volando a toda velocidad, acercandose a nosotros con vehemencia. Sin embargo, nadie parpadeaba, nadie parecía dar un paso para atrás. Magníficos caballeros, Camelot está en buenas manos.

-Todos firmes- Hablo Arthuro colocándose su casco. -¡Quietos!- Repitió una y otra vez. -¡Ahora!- Grito cuando el enorme dragón estuvo lo suficientemente cerca.

Nos separamos un poco, para logran encerrar a Kilgharrah, en una especie de rueda humana. Pero en un abrir y cerrar de ojos la criatura se estaba deshaciendo de los nuestros uno por uno, con potente cola golpeaba a los caballeros, haciéndolos caer de los caballos.

-¡Alejense!- Algunos, entre ellos Sir León, pudieron ocultarse entre los árboles, pero otros no tuvieron suerte, al ser alcanzados por la llama que el gran dragón sacaba de la boca. -¡No!- Si, lo peor de estas misiones era ver caer a tus hombres frente a tus ojos. Mi hermano estaba a mi lado, Merlín también, pero no sabíamos que hacer. -¡Vallanse!- Grite a los demás, nadie parecía moverse. -¡Es una orden!.

Escuche el trote de los caballos y eso me tranquilizó un poco, ahora solo estábamos en el campo los soldados caídos, Arthuro, Merlín y yo (los cuales teníamos un semblante de frustración). No quería más muertes, menos de las personas que amo; tenía que hacer algo.

Justo cuando le ordené a mi cuerpo que se moviera e hiciera algo, mi hermano hablo.

-Merlin- Empezo. -Cuento contigo, cuidala.

¿A que se refiere?. Arthuro tomo una lanza y corrió hacia Kilgharrah.

-¡Arthuro!- Grite e intente ir tras el, pero Merlín sujeto mi mano.

La bestia le lanzó otra llama la cual mi hermano pudo esquivar rápidamente. Merlín y yo caímos al piso por el rebote. Arthuro logro acercase lo suficiente para clavarle la lanza al dragon, el cual se quejo y lanzó por los aires a Arthuro, el cual callo al suelo inconciente.

-¡Hermano!- Me levanté y corrí rápidamente hacia el. -Esta bien.

Kilgharrah miro a Merlín. El cual se levantó, me miro y murmuró dos palabras, esas palabras que solo puedes decir tu mismo.

De la nada Merlín comenzó a decir cosas que no entendía, hechicería. La criatura parecía ceder, ya que después las palabras de Merlín se inclinó ante el. El último dragón lord ha hablado.

Merlín tomo la lanza que anteriormente había usado Arthuro.

-Soy el último de mi clase Merlín, cualquiera que sean mis errores, no me hagas responsable de la muerte de mi noble raza- Le dijo el dragon.

Me levanté de alado de Arthuro y fui con el. Tome su mano con la que había tomado el arma, el me miro y yo negué con la cabeza. Es verdad que murió mucha gente por su culpa. Pero también es culpa de mi padre.

Merlín le empujó su mano hacia el dragon, yo solo cerré los ojos.

-¡Largo!- Dijo Merlín. Abrí mis ojos y vi que Merlín solo lo estaba amenazando. -¡Vete! ¡Si vuelves a atacar a Camelot otra vez, voy a matarte.

Kilgharrah hizo una reverencia en dirección a Merlín y hacia a mi, lo hizo como haciendo una promesa con Merlín y conmigo.

-Te hemos mostrado piedad- Dijo el hechicero después de tirar la lanza. -Ahora debes hacer lo mismo a otros.

-Joven hechicero, joven princesa, lo que han mostrado es lo que serán- Dijo Kilgharrah. -No olvidaré su clemencia. De seguro nuestros caminos volverán a cruzarse.

Sin más la criatura se elevó por los cielos, Merlín y yo lo vimos, hasta que se desvaneció en la negrura de la noche, una vez se fue Merlín se giró hacia a mi.

-Amira yo....- Merlín tomo mi mano, y yo gire mi cuerpo para quedar frente a frente.

-Solo bésame.

Merlín me miró, no sabía describir su rostro, era de asombro, curiosidad, temor, en fin, muchas emociones. Al ver que no se movía me acerque a el, puse mis manos en su pecho y lo bese, tardo un poco en responder, pero lo hizo, acto seguido sentí sus brazos envolverme en un abrazo.

Me separé lentamente de él, abrí mis ojos, lo miré a los ojos, los cuales miraban los míos.

-Yo también, sin importar que- Le respondí a lo que anteriormente me había dicho.

Y ahora Merlín fue el que unió nuestros labios. Seguíamos abrazados cuando escuchamos a Arthuro moverse.

-¿Qué pasó?- Le miré, pero no me separé de Merlín, tampoco deje que el lo hiciera. Antes de responderle a Arthuro miré a Merlín.

-Me diste un golpe mortal- Le dije una pequeña mentira a mi hermano.

Merlín me abrazó a un más fuerte, lo que hizo que nuestros cuerpos estuvieran más cerca.

-¿Se fue?.

-Si- Le respondió Merlín feliz. -Lo lograste.

Recargue mi cabeza en el hombro de Merlín, sin soltarme del abrazo, eran tan reconfortante sentirlo tan cerca.

Los tres regresamos a Camelot, Arthuro, Merlín y yo, regresamos contentos. Arthuro por haber "derrotado" al dragon, Merlín no conocía la razón en particular y yo porque por fin estaba con quien que amaba, sin que él me "ocultara" su secreto.

Al llegar a Camelot Gwen recibió a mi hermano con un afectuoso abrazo, Caius también estaba ahí, quién nos dirigió una sonrisa.

Arthuro estaba feliz, Merlín estaba feliz, seguro mi padre estaría feliz, Camelot estaba feliz y eso bastaba para que yo estuviera feliz.

En este momento ¿Que más podría yo pedir?.

La princesa de CamelotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora